Tal como se había comprometido, el ministro de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, el rabino Sergio Bergman, llegó ayer a San Juan y se reunió con la asamblea antiminera ‘Jáchal no se toca‘, que reclama el cierre de la mina iglesiana Veladero luego de que se produjera el derrame de solución cianurada. El funcionario ratificó durante el encuentro en el departamento norteño que en la gestión macrista “habrá minería” y que se aplicarán los controles que “manda la ley” para cuidar el medioambiente. De este modo, ratificó la actividad minera como puntal en la agenda de las políticas nacionales.

Además, dejó en claro que el Ejecutivo no puede clausurar el proyecto minero, ya que eso iría contra las leyes vigentes.

Bergman desembarcó en el departamento jachallero en el que un grupo de asambleístas viene llevando a cabo una fuerte embestida contra la actividad, lo que se potenció tras la fuga de poco más de un millón de litros de solución cianurada, en septiembre del año pasado.

El encuentro estuvo cargado de tensión, porque los antimineros le pidieron al diputado nacional Eduardo Cáceres, que acompañó al rabino, que se retirara de la asamblea que se realizó en la plaza San Martín debido a que formó parte de la comitiva provincial que viajó a Canadá para buscar inversiones en la minería. A la hora de dar su discurso, el titular de Ambiente puso como emblema el diálogo, la paz y la convivencia entre todos, para dejar en claro, con mucho tacto, que de una asamblea pública “no se puede echar a nadie” y mucho menos a un funcionario. Por eso le pidió a los presentes que votaran y decidieran si Cáceres podía regresar, lo que al final terminó sucediendo. El ministro se movió con bastante cintura política, ya que escuchó pacientemente a cada uno de los expositores que criticaron la actividad y luego dio sus argumentos, dejando en claro que no iba decir lo que “quieren escuchar” sino la postura oficial.

Bajo esa línea, llevó la respuesta a las inquietudes que le habían planteado los asambleístas cuando lo visitaron en la Ciudad de Buenos Aires. En primer lugar, resaltó que “va a haber minería y control de la ley para cuidar y respetar el ambiente”. En ese contexto, remarcó que la actividad está regulada por ley para poder funcionar. “No tenemos que discutir lo que ya sabemos. No le pueden pedir al Ejecutivo o a un ministro que cancele la mina Veladero porque no lo podemos hacer”, dijo.
Frente a esas definiciones, los asambleístas se mostraron disconformes, al punto de que lo calificaron como un “ministro de minería”, pero el rabino destacó que van a cuidar el agua a través de la ley.
En segundo término, los voceros le dijeron que Veladero se encuentra en un ambiente periglaciar, lo que no está permitido por la ley de Glaciares. Sobre ese punto, Bergman explicó que el relevamiento de los cuerpos helados que tiene que hacer el Ianigla quedó frenado por la falta de presupuesto de la gestión anterior. Por eso señaló que la administración macrista ya destinó alrededor de 2,5 millones de pesos para continuar con esa tarea y destacó que si se comprueba que hay glaciares en la zona “no habrá minería. La ley se tiene que cumplir”.

Por otro lado, resaltó que no se cumplió con la ley que regula el manejo de los residuos tóxicos y por lo tanto se han iniciado los sumarios correspondientes.

Al final, remarcó el compromiso de seguir trabajando en conjunto bajo el marco de las instituciones y dijo que no va a ser la última reunión entre ambas partes.