Al recibir los cuatro tomos del Informe de Impacto Ambiental (IIA) de parte del grupo Lundin -cuya licencia es indispensable para poder explotar el proyecto iglesiano de cobre y oro Josemaría- el gobernador Sergio Uñac confirmó que el Gobierno busca acelerar el análisis del documento con el objetivo de poder aprobarlo en seis meses. Hasta el viernes, el plazo que se había puesto como meta la Secretaría de Minería eran 8 meses, cuatro menos de lo normal para un proyecto de estas características, según se dijo a este diario. Pero ayer en el acto de entrega de los documentos que contienen unas 2.600 páginas, con el detalle pormenorizado de cómo se hará y qué cuidados se tendrán para producir esos metales, además de cómo se cerrará la mina; se sorprendió a los presentes con el anuncio de que redoblarán esfuerzos para achicar más los plazos. El apuro es razonable en la actual crisis: mientras más temprano cuenten los inversores de Lundin con esa luz verde, más rápido se podrá iniciar la construcción de la mina planeada para comienzos de 2022, que significa nada menos que una inversión de 3.090 millones de dólares y 4.000 puestos de trabajo durante los 4 años que dura la obra, que luego serán 2.000 durante los 19 años de operación del proyecto. Incluso el ministro de Minería de la Nación, Alberto Hensel, -que también participó en el acto calificado como histórico, tras 25 años sin que se presentara un IIA- puso a disposición el equipo técnico de las subsecretarías de Política Minera y de Desarrollo Minero, para que ayuden en la maratónica tarea. "Debemos generar las condiciones necesarias para que en el menor tiempo posible se pueda tener la declaración final del impacto ambiental, para que les permita seguir dando los pasos previstos y que la construcción sea una realidad", dijo Uñac. Pero no hay rosas sin espinas, y para que la construcción de la mina sea realidad hay que sortear algunas trabas económicas y financieras nacionales este año. Ayer el gerente general del proyecto, Alfredo Vitaller, supeditó el próximo paso a que la gestión nacional allane el camino. Ivan Grgic, vocero de la empresa, se explayó más tarde al respecto, y reiteró lo que se viene demandando hace un tiempo, que son temas económicos, financieros e impositivos, ligados a asegurar la baja o eliminación de retenciones a la exportación, o la viabilidad de girar divisas al exterior. "Josemaría necesita un escenario muy estable durante mucho tiempo", dijo Grgic, y añadió que la mina sanjuanina es un "caso testigo" que encabeza un montón de inversiones mineras y no mineras, que requieren idénticas soluciones. "Si se resuelven para Josemaría, se resuelven para otros proyectos industriales y de inversión en la Argentina", aseguró. Entonces, la empresa Josemaría Resources tienen tres frentes abiertos: una agenda provincial que marcha sobre rieles, y que culminará con la aprobación del impacto ambiental. Otra es la agenda nacional que espera la resolución sobre proyectos macroeconómicos, cuyo interlocutor es el propio ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, según confirmó en su reciente visita a San Juan. Y la agenda propia del proyecto, que empieza en breve a diseñar la ingeniería base y las políticas de acción de la compañía tanto en etapa de construcción, como de operación. También hay una acción hacia las comunidades iglesianas, y esta semana empiezan reuniones para explicar a los vecinos, proveedores y autoridades municipales como será el proyecto, para que puedan tener participación ciudadana cuando se hagan audiencias públicas.

El inversor
Josemaría Resources Inc, del Grupo Lundin, es la firma que invertiría 3.090 millones de dólares para avanzar a la etapa de construcción de la mina ubicada en Iglesia, a 410 kilómetros de la ciudad de San Juan y a 10 kilómetros del límite con Chile.


Producción estimada

Será una mina a cielo abierto que alimentará una planta de proceso convencional de 152.000 toneladas por día durante la vida útil del yacimiento, lo que arrojaría una producción anual de 136.000 toneladas de cobre y 231.000 onzas de oro por año.

Las etapas

El calendario posible que tiene la mina de cobre y oro sanjuanina es conseguir la DIA este año, en el 2022 iniciar la etapa de construcción y en 2026 la producción del proyecto, que demandará 4.000 personas para construirlo y la mitad para operarlo.

Renuncia de funcionario clave

Mientras se producía un hito en la minería sanjuanina con la presentación de documentación para desarrollar un nuevo proyecto minero, se conoció que hace unos días presentó la renuncia el secretario de Gestión Ambiental y Control Minero, Marcelo Lépez, según confirmaron fuentes del sector. No contestó los llamados el ministro de Minería, Carlos Astudillo, por lo que no se logró averiguar los motivos del alejamiento del sanjuanino que asumió en julio de 2020. Lépez tenía a su cargo la tarea de velar por el cumplimiento de la legislación ambiental minera, a través de la Policía Minera, fiscalizando e inspeccionando cada uno de los proyectos mineros en producción y exploración en la provincia.