Opción. Las operaciones para adquirir una vivienda para uso familiar son las que se han mantenido firmes, según sostienen los operadores inmobiliarios.


La compra-venta de inmuebles se derrumbó en San Juan una cifra estimada en el 50% en el primer bimestre del año comparado con igual período del año pasado. En el sector atribuyen el fenómeno a que muchos de los que tenían el dinero para comprar una casa o un departamento como una inversión prefirieron apostar al dólar o en mayor proporción a los plazos fijos, tentados por las altas tasas de interés que ofrecen los bancos.


El fenómeno ya se venía observando en los últimos meses del 2018 y se profundizó ahora, con la incertidumbre en los inversores por el futuro económico del país, que no se perfila para nada alentador. Y las operaciones que se cerraron fueron de familias que adquirieron el bien para vivienda propia y no para evitar la depreciación de sus pesos.


El fenómeno no es sólo de San Juan sino que también se da en la mayoría de las provincias argentinas, afectadas por la misma incertidumbre.


“Es difícil hablar de un porcentaje de caída de operaciones, pero podemos decir que el 2018 terminó mal y se han restringido las transacciones y que la cifra podría ubicarse en un 50% en promedio”, dijo Cristina Luluaga, vicepresidenta del Colegio de Corredores Inmobiliarios. “Hay miedo, incertidumbre porque nadie sabe lo que va a pasar”, dijo la dirigente y recordó que “siempre la mejor forma de conservar el capital es con un inmueble”.


En San Juan no hay cifras oficiales de la cantidad de escrituras de compra-venta de inmuebles que se firman por mes, y por eso se habla de la sensación o de la percepción del mercado que tienen los corredores inmobiliarios.


Para la titular del colegio, Josefina Pantano, luego de un leve repunte de operaciones entre noviembre y diciembre del año pasado, “otra vez ha caído la cantidad de operaciones”. Iván Orozco, también integrante de la entidad, prefirió hablar de “ralentización” de las operaciones por el fenómeno del “dólar y los plazos fijos que frenan las expectativas de inversión en inmuebles”. Lo peor es que para los próximos meses no hay demasiada expectativa de que la situación vaya a mejorar.


A nivel nacional, las inmobiliarias esperan una relativa reactivación con el ingreso de los dólares provenientes de la cosecha y mantienen una esperanza en una leve recuperación del poder adquisitivo en un año electoral, aunque los créditos hipotecarios se hayan tornado inaccesibles para un asalariado.


En el caso de las alquileres, un reciente informe de este diario mostró que el valor subió un 25% en promedio en el 2018, una cifra muy por debajo de lo que fue la inflación, que tuvo un 47,6% de incremento. Y fue porque los operadores apostaron por reducir las ganancias en pos de sostener las operaciones y mantener el mercado activo. Esta situación se da en un contexto de disminución de la demanda, con un fuerte aumento de las tarifas de servicios, como luz, gas y expensas, y la pérdida de poder adquisitivo de los salarios.


En la práctica, si se trata de buenos inquilinos, las operaciones se cierran a valores similares a los del año pasado, sostienen en el sector. Y para los contrato nuevos, las transacciones se están pactando con una suba que oscila entre el 12,5 al 13%.

La moneda

  • Un relevamiento de la Federación Inmobiliaria de la República Argentina (FIRA) indicó que sólo en tres jurisdicciones argentinas, que corresponden a Córdoba, Buenos Aires y Puerto Madryn, en Chubut, las operaciones se pactan en dólares. En el resto del país, incluida San Juan, se llevan adelante en pesos.

 

Rentabilidad

  • 4,7  Es el porcentaje promedio de rentabilidad anual en la provincia, es decir el valor del alquiler que recibe el propietario con respecto al valor de venta.


> El comportamiento de las tasas de interés


El fenómeno del que hablan los operadores inmobiliarios ha sido la fuerte apuesta de los inversores a los plazos fijos debido a los tentadores rendimientos.


Según el portal Ambito.com, en enero hubo un boom de colocaciones en plazo fijo debido a las altas tasas de interés impulsadas desde el Banco Central. Fue por la estabilidad del tipo de cambio nominal, que tentó a los inversores a apostar por los depósitos a plazo fijo en pesos.


Así, las tasas de interés de referencia de la política monetaria (de las Letras de Liquidez del BCRA) pasaron de niveles de 60% anual a 50%, hasta ubicarse en torno al 45%. Pero, en el interín, parece que la inflación parece no dar tregua, y, según estimaciones privadas, podría generar otro dolor de cabeza. Tanto es así que los bancos han comenzado a bajar las tasas de las Leliq ajustando los rendimientos a los ahorristas. De esta manera los inversores de plazo fijo han visto caer las tasas de niveles de 50% anual al 45% en enero y ahora apenas logran obtener entre 33% y 35%.