La provincia de San Juan se recuperó de la caída de facturación de exportaciones de vinos de junio pasado -cuando vendió un 17,4% menos de volumen y facturó un 7,3% menos que hace 1 año- y pasó a una suba de facturación del 57,97%, y del 117,29% en volumen al mes siguiente, en la comparación interanual, según las últimas cifras definitivas que proporcionó ayer el INV. Pero en el sector igual hay desaliento porque las que siguen creciendo son las ventas de vinos a granel en detrimento del fraccionado que es el que tiene mayor valor agregado. Malo, en momentos donde la inflación y la pérdida de la competitividad están jaqueando a los bodegueros. En julio la venta de granel fue de 38,420 hectolitros, un 172% más que los 22.543 hectolitros de igual mes del 2011. Ese increíble aumento no se correspondió con el que tuvo el vino embotellado en igual periodo: se exportaron 10.567 hectolitros en julio, una suba de tan sólo el 25% respecto al 2011. Referentes del sector privado y público coincidieron en que la tendencia de comprar vino a granel es mundial -por una cuestión de abaratar costos con los fletes- y que llegó para quedarse, lo que obligará a las bodegas sanjuaninas a agudizar el ingenio para equilibrar el mercado. En Calidad San Juan calcularon que el abaratamiento de costos causó el freno de ventas del fraccionado, porque lo que se envía de granel en un día de transporte equivale a 3 del embotellado. “Las grandes multinacionales evaluaron la forma de llegar más barato a sus clientes, y es más barato llegar a granel, y no sólo los vinos básicos, estamos hablando de los varietales medios o de alta gama”, explicó Marcelo Ureta, presidente de la Agencia de Inversiones Calidad San Juan. Agregó que “la gran contra para países y provincias como la nuestra es que le quita valor agregado. Lo ideal es venderlo fraccionado”. “El aumento a granel es una tendencia mundial, no es una particularidad de Argentina, y nos vamos a tener que acostumbrar a dos mercados. Vamos a tener que ver cómo nos mantenemos porque en el futuro va a seguir así”, opinó Horacio Ripalta, gerente de la Cámara de Bodegueros de San Juan. El representante de los bodegueros dijo que los “los dos mercados son muy buenos”, pero advirtió que el gran desafío será mantener el equilibrio “porque el valor del envasado es 2 o 3 veces más alto, ahí vendes el corcho, la caja y, lo más importante, la marca país”. “La situación económica de las bodegas locales está complicada por la falta de competitividad y los fraccionados más afectados son los que están en el rango de los 22 y 30 dólares”, explicó un experto del sector bodeguero. No obstante, para Ripalta de la Cámara de Bodegueros, el agua aún no rebalsó el vaso: “No creo que desaparezcan bodegas por ahora, pero sí es cierto que las fraccionadoras son muy pocas. Necesitamos aumentar etiquetas, pero el gran problema sigue siendo la comercialización”.
