Según el informe publicado ayer por el Instituto Nacional de Vitivinicultura, el consumo de vino en la Argentina sigue en franca caída. Los valores dados a conocer corresponden al mes de enero en comparación con el mismo periodo de año pasado. Para el primer mes del año el consumo de vino fue de 589.741 hectolitros, lo que representa una baja de un 13,4 por ciento sobre lo registrado en 2016 cuando ese valor se ubicó en 681.290 hectolitros.

A esos números hay que agregarles el balance que el instituto nacional dio a conocer en enero sobre el año que pasó, donde la baja en relación a todo el 2015 fue de 8.3 por ciento. En todo el 2016 se despacharon más de 941 millones de litros. Esa cifra es importante porque refleja que en la Argentina se vendieron 85 millones de litros menos en tan sólo un año, o lo que es lo mismo, al equivalente en volumen de todo un mes de venta en el país.

Según los especialistas la caída del consumo se debe a factores como la baja en el poder adquisitivo, la suba de los precios en góndola y la competencia con otros productos como la cerveza.