San Juan, 16 de septiembre.- El Tambolar es una de esas obras que pasó por todos los estados posibles. El primer diseño se hizo hace 44 años, pero el armado del proyecto tuvo vaivenes en los venideros 14 años. Bastante tiempo más tarde, en 1985, las gestiones de Raúl Alfonsín, en la Nación y Leopoldo Bravo, en San Juan, le dieron el respaldo para que ese mismo año empezara la obra, algo que a la postre no ocurrió.

Como si esto fuera poco, en abril de 1989, el consorcio ítalo-argentino Impregilo Spa entregó al entonces gobernador, Carlos Gómez Centurión, la propuesta de ejecución de la central hidroeléctrica. Pero una vez más, la fragilidad política y económica amedrentó a los empresarios italianos. Recién la gestión giojista desempolvó el proyecto de hacer otro dique aguas arriba.