El mercado automotor argentino mantuvo un escenario fabril contractivo, como consecuencia del derrumbe de la capacidad de absorción de máquinas por parte de la red de concesionarios y la todavía débil tracción de la demanda de exportaciones incentivada por una apreciable mejora del tipo de cambio real, y la entrada en régimen de una nueva planta fabricante de pick ups para ese destino, principalmente.

La Asociación de Fábricas de Automotores comunicó que en octubre el conjunto de las terminales asociadas sacaron de las líneas de montaje 38.659 unidades, 11,8% menos que un año antes; aunque repuntó modestamente en comparación con septiembre, que después de enero fue el peor mes del año.

Semejante contracción, la cuarta del ejercicio a ritmo de dos dígitos porcentuales, se explicó por la sexta disminución consecutiva, y creciente, de las entregas a la red de concesionarios: bajaron 50% a 37.207 máquinas.

Las exportaciones, por el contrario, se mantuvieron en la senda positiva, aunque pese a la apreciable mejora del tipo de cambio real registraron con una suba de apenas 4% la cuarta desaceleración en la tasa de aumento respecto del año anterior, por la concurrencia del debilitamiento de la demanda proveniente de Brasil y la base de comparación más alta de 2017, cuando se alcanzó el registro más alto de despachos de ese ejercicio.