Los porotos, chauchas, zapallitos, papas, tomates y cebollas, hasta hace dos meses tenían precios tan altos que los convertían en alimentos de lujo para la mesa de los sanjuaninos. Las inundaciones y la sequía que padecieron (y padecen) en el centro y norte del país, generaban que la verdura cosechada fuera poca y como consecuencia cara.
Pero desde mediados de noviembre y hasta fines de diciembre empezaron a bajar los precios debido a que empezó a comercializarse en las ferias y verdulerías provinciales la producción local, que provocó una lenta pero segura baja, que osciló entre el 25 y el 70%.
La economía doméstica del ama de casa sanjuanina ya venía con números en rojo: en el inicio del mes de diciembre la carne se ubicaba casi un 20% más cara que en noviembre.
Hace algunas semanas, un relevamiento de DIARIO DE CUYO mostró que las perspectivas del agro sanjuanino en esta temporada eran alentadoras y que ello se traduciría en precios favorables para los productores, aunque esto a priori podía significar que para el consumidor común represente un incremento en los precios.
Sin embargo, el panorama fue otro: la comercialización de la verdura sanjuanina en las ferias locales terminó trayendo alivio y calmó la escalada de los precios.
El tomate llego a costar el doble de lo que vale ahora: el platense hasta hace dos meses atrás se ofrecía a 4 pesos, y con el perita sucedía algo similar. El valor de ambos bajó sensiblemente con la irrupción de la cosecha local y su valor se redujo a la mitad.
Por otro lado, los zapallitos treparon alto en su cotización cuando la docena llegó a los 8 pesos, pero otra vez la llegada del zapallito sanjuanino hizo bajar considerablemente los precios en el último mes.
El caso de los porotos y las chauchas fue más que llamativo, ya que ni bien se nutrieron las verdulerías de la producción provincial la caída en los valores llegó hasta el 70%, en apenas 40 días.
Pocas frutas, pero buenas
La superficie de fruta plantada de la provincia es reducida y con ello la oferta es baja, pero desde la Feria Municipal dicen que la poca fruta que se produce en San Juan alcanzó para normalizar los precios, fundamentalmente las de carozo.
Las variedades de duraznos -prisco o pelón-, damascos y ciruelas de origen sanjuanino lograron que los valores de referencia se estabilicen. Lo mismo sucedió con la manzana especial, que habitualmente llega de Río Negro con precios altos -a consecuencia de la buena calidad y los costos de transporte-, se terminó equilibrando ya a finales de diciembre, con la llegada de la manzana calingastina.
Con excepción del limón que bajó hasta un 35% el precio -aunque sigue caro-, las demás frutas tuvieron incrementos importantes que incluso en las últimas semanas treparon hasta un 50% más, como en el caso de la sandía.

