Si bien la apertura de las importaciones por parte del Gobierno nacional facilitó la compra de insumos, piezas y maquinarias que no se fabrican en el país, también comenzó a perjudicar a industrias que no pueden competir en precios. En San Juan ya hay al menos un caso -de un establecimiento fabril del rubro plásticos- el cual encendió la alarma en otros sectores textiles y de calzados, según surgió de un sondeo en el sector y en la Unión Industrial de San Juan. El problema central es el ingreso de productos similares principalmente desde Brasil, cuyos precios son a partir de un 20% más baratos e impiden competir a las firmas locales, explicaron en la UISJ.

Ese es el caso de Packall, la productora de films de PVC para envoltura de alimentos ubicada en Pocito; a quien ese nuevo contexto le generó una caída de ventas en el mercado interno que provocó una gran acumulación de stock -de 2.400 toneladas- que lo llevó a reducir el 20% de producción en una primera etapa. El próximo lunes se parará una línea de producción y comenzarán a adelantar vacaciones al personal compuesto por 100 trabajadores, aunque no se descarta en el futuro las suspensiones.

Según informó su director, Omar Staiger, para afrontar la complicada situación la firma está a la espera de un salvataje oficial, a través del Ministerio de Producción; para conseguir un programa nacional de sostenimiento de empleo que le permitiría recibir 1.000 pesos por trabajador durante algunos meses. ”No es mucho, pero al menos nos permitirá no tener parte del personal ocioso”, dijo Staiger, quien agregó que se abrió otro frente de acción a través de la Cámara del Plástico para pedir a la Nación un sistema controlado del ingreso de importaciones.

Desde la fábrica informaron que las complicaciones para ese rubro comenzaron en la gestión kirchnerista con el tipo de cambio estancado frente al incremento que tuvieron los costos de producción locales, lo que hizo perder buena porción de los mercados latinoaméricanos a los que la fábrica sanjuanina enviaba su producción, -Brasil y México, los principales; seguidos más atrás por Uruguay, Paraguay, Chile, Colombia y Ecuador. Luego, con el cambio de gobierno se produjo la devaluación y la caída del consumo del mercado interno que trepó un 40% a mayo último. Esto se dio en simultáneo con la crisis brasileña, que hizo que ese vecino vuelque su sobrante de producción a este país, al abrirse las importaciones. Por ese motivo, Packall ya tiene un sobrestock de dos meses y medio.

”Hay una gran preocupación en algunos sectores de la industria plástica, textil y calzado, que están advirtiendo que los ingresos de productos terminados desde Brasil, especialmente; pueden hacer caer su actividad”, dijo Gustavo Fernández; vicepresidente de la UISJ. Si bien hasta el momento no se relevó otro caso como el de Packall, la alerta se encendió. ”Si se abren las importaciones en forma irrestricta vamos a tener que cerrar la fábrica porque todo lo que viene de afuera es más barato”, advirtió Gabriel Mesquida, presidente de la UISJ y dueño de la fábrica Calzados Argentinos. ”Aparentemente el Gobierno nacional aún no dio autorización total de ingreso de importaciones, pero si los supermercados pueden comprar lo que quieran afuera, dejarán de comprar aquí y será un problema”, agregó Mesquida. La que podría verse perjudicada también es la industria textil que produce para el mercado interno, ya que podría quedar sin efecto la obligación de las grandes cadenas de producir la indumentaria en el país.