En la primera quincena de febrero, la Intendencia de Pocito realizará el llamado a licitación para construir la primera cámara de frío exclusivamente para ajos en San Juan. La obra es clave para los integrantes del sector ajero porque les permitirá resguardar el producto hasta que adquieran buenos precios en el mercado. El año pasado, los productores locales enfrentaron una temporada complicada debido a la sobreabundancia del stock de ajos, generada por China y Mendoza, que hicieron tambalear los precios (ver aparte).

A nivel nacional, San Juan es la segunda provincia exportadora de ajos, pero cuenta con pocos galpones de empaque. Según fuentes del sector, hay dos empacadoras públicas y seis privadas. De esos ocho galpones, el de Pocito será el primero que tenga un frigorífico y el ministro de la Producción, Marcelo Alós, señaló que financiarán un emprendimiento similar en la planta ubicada en Calingasta. Según explicó el intendente Fabio Aballay, la cámara de frío pocitana estará en la empacadora que administra un grupo de 13 productores y tendrá una capacidad de almacenamiento de 100 mil kilos de ajos, de acuerdo al proyecto. La instalación demandará, como base, una inversión de 1 millón de pesos. De ese monto, el Gobierno provincial depositó 700 mil pesos y del resto se hará cargo el municipio, detalló Aballay.

OBRA PRODUCTIVA CLAVE

La cámara de frío tendrá una extensión de 10 metros de ancho por 25 de largo. En el ingreso habrá una precámara para que los camiones puedan estacionar y en ese sector, puedan cargar y descargar las cajas con ajos. La obra será instalada en el costado oeste del galpón de empaque, ubicado en avenida Joaquín Uñac, entre calle 6 y 7. Desde el año pasado, el predio es administrado por 13 productores pocitanos que pertenecen a la Cámara de Producción, Empaque y Comercio Frutihortícola de San Juan. Los concesionarios lograron la adjudicación para la operación del establecimiento y pagan 3 mil pesos mensuales para manejarlo durante cuatro años.

El grupo tiene plantadas unas 250 hectáreas de ajo, lo que representa unos 3.750.000 kilos. Si bien, Juan Manrique, uno de los productores, reconoció que la cámara frigorífica es chica, por su capacidad de almacenar 100 mil kilos, a su vez remarcó que es de “imperiosa necesidad, ya que se contaría con mayor tiempo para procesar y vender el ajo”. En ese sentido, indicó que las temporadas se están extendiendo. “Antes, se vendía todo hasta enero. Actualmente, se comercializa las mismas cantidades, pero los grandes acopiadores sacan el ajo cuando tienen el pedido del cliente y puede ser en los meses de marzo o abril”, dijo el productor. Por eso, Manrique resaltó la importancia del frigorífico al destacar que “si a mediados de febrero, por ejemplo, el ajo no se conserva bajo frío, invariablemente se deteriora y se pierde su producción”.