Siete años después que la empresa minera Barrick llevara a la Justicia una serie de elementos que apuntaban a que varios directivos -11 en total- de Veladero estarían vinculados a una supuesta maniobra que favorecería a un grupo de proveedores, ayer salió a la luz que el Segundo Juzgado de Instrucción, a cargo del juez Pablo Flores, procesó a Pablo Pucci (45 años), quien se desempeñaba como gerente de Administración y Finanzas. Lo hizo por el delito de ‘Defraudación por Administración Reiterada’ y aunque no se sabe el monto del perjuicio económico que sufrió la minera canadiense, al exdirectivo se le trabó un embargo de un millón de pesos.
Pucci quedó en riesgo de tener que ir a juicio oral y público, aunque no terminaría en prisión si es condenado porque el delito que le imputan es excarcelable (prevé una pena mínima inferior a los 3 años). De todos modos, el fallo, que fue notificado esta semana, no está firme debido a que su abogado defensor apeló ante la Cámara Penal.
Las sospechas, puertas adentro de la compañía, habían empezado en el año 2006, cuando un puñado de empresarios sanjuaninos, entre los que se cuentan -según fuentes calificadas- Fabrizio Benedetti (Urbino), Alejandro Pérez Pantano (Capesa) y un hombre de apellido Imparado, denunciaron formalmente ante autoridades de la minera en Toronto (Canadá) sobre el favoritismo que había con algunos prestadores.
Fue así que para darle rigor a la investigación, las autoridades de Barrick -en estricto hermetismo- contrataron una firma experta en auditorías que apuntan a sacar a la luz fraudes empresarios, como el que por entonces se sospechaba. Recién en los primeros días de marzo del 2007, la empresa llevó a la Justicia la documentación que recogió y se deshizo de la cúpula directiva, entre ellos Pucci. En la oportunidad, el gerente General de Veladero, Hernán Vera, que si bien no estaba señalado en la investigación, por ser la máxima autoridad del proyecto se vio obligado a dar un paso al costado.
Un dato que resulta curioso, es que Pucci -tras ser despedido de Barrick- se vinculó laboralmente casi de inmediato con una de las empresas que precisamente habían sido favorecidas con sus maniobras administrativas, dijeron fuentes calificadas.
Entre las empresas que se puso el ojo en la investigación sobresale Zlato, que prestó servicios de mantenimiento de caminos y movimiento de suelos, y que en apenas un año obtuvo contratos por 54 millones de dólares, por lo que se sospecha que en varios fue favorecida por el ahora imputado, dijeron fuentes cercanas a la investigación. También figura la transportista Servimin y la empresa Service Compass, que se encargaba de proveer el catering a la mina Veladero.
Entre las maniobras que se le endilgan a Pucci se señala la contratación directa de servicios recurrentemente con las mismas empresas. Es más, hasta habría segmentado las contrataciones para evitar el proceso de licitación pública que, como se sabe, es un procedimiento más transparente. En otros casos argumentaba que el vínculo con los proveedores señalados se debía a que eran los únicos que estaban en condiciones de prestar un determinado servicio.

