"Una botella de una marca tradicional que para las fiestas de fin de año costaba 12 pesos, hoy se vende a 15", dijo Hugo Ugarte, dueño de una de las vinerías clásicas de San Juan. "Es verdad, el incremento de precios de vinos en góndola se ha registrado en la franja intermedia", agregó Carlos Pujador, gerente general de bodega Casa Montes, uno de los establecimientos que opera en el mercado interno y externo.
Así, en lo que va del año el ajuste de precios de los vinos varietales ya acumula hasta un 25% de aumento, que se suma al incremento de entre un 15 y un 20% que se produjo el año pasado.
Según explicaron en el sector, los aumentos se produjeron en febrero y principios de marzo e impactaron especialmente en la franja de entre 8 y 25 pesos, es decir, los más buscados por la clase media.
En San Juan atribuyen la suba a tres factores: la merma en la cosecha de uvas finas, las mayores exportaciones y el aumento de costos en las bodegas.
"Ha habido una importante y generalizada merma en la cosecha de uvas varietales en nuestra provincia. Y si bien en Mendoza la cosecha de varietales ha sido mayor que el año pasado, todavía está lejos de los volúmenes verificados en cosechas anteriores, del 2006 a 2008", explicó Pujador. Agregó que paralelamente se han incorporado nuevos mercados e importadores y que esa "suscripción de las grandes bodegas exportadoras de convenios de provisión al exterior hacen que los volúmenes a vinificar deban ser necesariamente cubiertos para evitar incumplimientos de contrato, lo que tiene como consecuencia directa que sean muy agresivas en la compra de uvas. Y ante una oferta limitada se produce un alza de precios". Justamente esa escasez es la que ha causado que esta temporada más bodegas mendocinas vengan a comprar vinos a San Juan (ver aparte).
Pero también han incidido los incrementos de costos. El principal fue la materia prima: este año y por la merma, una uva bonarda que en el 2009 costaba entre $0,75 y $ 0,85, en el 2010 no bajó de los $2. Otro caso es el Malbec, variedad emblemática en San Juan y Mendoza. Mientras el kilo promediaba el año pasado los $2, este año subió a $4 y $5.
En las bodegas también suman el aumento de los salarios que este año subieron un 10%, los fertilizantes e insumos de elaboración que cotizan en dólares y si bien la moneda no subió mucho pasó de 3,40 a 3,80 en el último año, y por último también pesan los insumos de fraccionamiento: botellas, papel y cartón han tenido incrementos de entre 15 y 20%.
"No obstante, el incremento de costos verificados en todos los insumos, tanto de elaboración como fraccionamiento, no ha podido ser trasladado por la totalidad de las bodegas a los precios de góndola de sus productos; sólo aquellas con gran desarrollo de marca y formadoras de precios han reposicionado sus precios de venta. El resto de las bodegas han efectuado ajustes de los mismos entre el orden del 7% al 15%, que no cubren el aumento verificado en los costos", aseguraron desde la bodega. En ese sentido Pujador estimó que la combinación de falta de vinos varietales, altos precios del vino de traslado, la imposibilidad de incrementar precios de venta de mercado interno y la necesidad de cumplir con los compromisos del exterior puede derivar en un deterioro en la calidad de los vinos del rango actual de entre los $12 y $18.