Situación. El personal de la EMA viene haciendo asambleas en el predio de la empresa ubicada en Chimbas a la espera de resultados.

Cansados de promesas y de la falta de pago de sus salarios, el personal de la Empresa Electrometalúrgica Andina (EMA) espera que mañana se defina su situación en la continuidad de una audiencia de conciliación que tendrá lugar, a las 10, en la Subsecretaría de Trabajo. "Si no tenemos una respuesta sobre los salarios que se adeudan vamos a pedir en la Justicia que se inhiba la venta de la firma, que se liquiden los bienes y así podremos cobrar algo", dijo ayer José Gordillo, titular del gremio de los Químicos.

Cuando había señales de que estaba próxima la venta de la compañía a un grupo inversor norteamericano, que había prometido pagar al menos una parte de los sueldos adeudados esta semana y poner en marcha los hornos a partir de febrero del 2019, ocurrió un hecho que empañó las negociaciones. Fue la detención de Fabián Hermoso, secretario general de la Federación Argentina de Trabajadores de Industrias Químicas y Petroquímicas (FATIQYP), sospechado, junto a otros cinco integrantes del sindicato, de integrar una banda que extorsionaba y amenazaba a diferentes empresas y trabajadores de la zona sur del Gran Buenos Aires. Tras el hecho, Gordillo ha quedado a cargo de la federación.

Según fuentes que intervienen en la negociación, la venta está frenada por el momento porque en el grupo inversor quieren estar seguros de que la EMA no ha sido extorsionada ni ha pagado coimas al gremio. Es que, según la legislación norteamericana, ningún empresario de ese país puede hacer una transacción con una empresa que podría estar envuelta en procesos de corrupción o extorsión. Para asegurarse que no hay ninguna irregularidad que involucre a Andina, los inversores están haciendo una investigación y cuando concluya recién podrían avanzar las negociaciones.

En juego están los puestos de unos 250 trabajadores de la empresa, que desde marzo están suspendidos, con la promesa de pagarles el 60% de los salarios. Así ocurrió durante los 3 primeros meses, pero desde julio no cobran un peso.

La presidenta de EMA, Patricia Carmona, no respondió ayer a los llamados de este diario para consultarle sobre la marcha de las negociaciones. Mientras tanto, Gordillo dijo que "si no hay respuesta no nos hacemos responsables de lo que el personal pueda hacer".