En el asombroso complejo de la Universidad Austral -en el Instituto Argentino de la Empresa- Pilar, Buenos Aires, directores de la Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR) mostraban como "prototipo de articulación de la producción privada con el Estado e integración de la cadena de producción" al Plan Estratégico Vitivinícola 2020 (fue ante un Foro de más de 300 empresarios y aspirantes al doctorado). Mientras, José "Catuco" Molina exponía el jueves por la Corporación en el Congreso Latinoamericano de Cluster -en el Sheraton de Mendoza- con el Plan Estratégico como modelo. Incluyó el proceso de la uva en fresco y las pasas. Durante 3 días, funcionarios del BID, del ministerio de Agricultura de la Nación y directivos de la COVIAR ponían bandera verde y fijaban métodos de ejecución, procedimiento y seguimiento a los recursos para la integración de pequeños productores a sus bodegas. Se dijo que están en gestación provisoria más de 100 grupos a lo largo del oeste vitivinícola, que ahora entrarán en evaluación técnica. Afuera, los mercados, tensos, expectantes: en caída libre los mercados exportadores (vino a granel -64 % y mosto concentrado -43 %); en alza los de los embotellados (+ 14 %); el mercado nacional de despachos en leve baja en 9 meses (-4 %) y los precios muy sostenidos: Fecovita, RPB y Peñaflor siguen intentando importaciones chilenas ante el desabastecimiento local para sus líneas, con tintos medios rondando los 2.30-2.50 pesos y escurridos entre 1.20 y 1.30 según calidad, sulfitados 1.05 y 1.15. Todos a la expectativa de lo que las viñas amagan para la cosecha.
Brasil, sin solución
Pero una noticia los decepcionó a todos. Lula y la presidenta Cristina no habían arribado el miércoles a resultados prácticos y concretos en Brasilia, para solucionar los problemas de las licencias de exportación. Lula le imputó al país que las reticencias brasileñas, sólo eran respuestas a las que impuso Argentina en marzo, cuando trabó las importaciones vecinas para equilibrar la balanza comercial. El vino embotellado y el aceite de oliva -como el ajo- siguen entre los más afectados, en la época en que suelen firmarse los acuerdos de ventas. La estrategia de la COVIAR pasa por incentivar los mercados del Norte, pero le apunta básicamente a Brasil. El diputado Ruperto Godoy -que participa en las negociaciones bilaterales-, cree que "hay que ser optimistas" y aseguró que "van a haber muestras de Brasil con mayor flexibilidad", pero no hay datos de soluciones concretas. Estima el ‘Peto’ que "ambas partes van a ceder" y que habrá mayor flexibilización hacia los productos perecederos. Lo cierto es que casi 10 días estuvieron varadas los camiones de pasas en la frontera y las compras paralizadas. Luego de cierta flexibilización, las licencias tardan ahora hasta 20 días, un plazo que los exportadores sanjuaninos dicen que es negativo, sobre todo para los productos perecederos. "La comercialización de uva en fresco, ajos y ciruelas empieza ahora, pero las licencias no automáticas afectan todo. Los vinos, las aceitunas, el aceite de oliva, las pasas, toda la oferta exportable que tenemos con Brasil", se lamentaron esta semana en la cámara exportadora sanjuanina.