El poderoso grupo brasilero Camargo Correa eligió la provincia de San Juan para una de sus más importantes inversiones en el próximo trienio: Desembolsará 250 millones de dólares -nada menos que 1.047,5 millones de pesos- en la construcción de su segunda planta de cemento Loma Negra -ya tiene una en Rivadavia- que será la décima de la compañía y la más moderna de Sudamérica, según anticiparon ayer los directivos argentinos que vinieron a esta provincia a darle la noticia en persona al gobernador Gioja.
Esta nueva planta estará ubicada en Pocito -en un terreno que mantienen en secreto pero que está cerca del pedemonte del departamento donde están las canteras de cal, la materia prima para elaborar cemento-; y solamente en su construcción, que demandará 30 meses, requerirá de 1.200 obreros en forma directa “y otros 2.400 indirectos que van a estar afectados a los talleres dedicados a la fabricación”, dijo ayer a DIARIO de CUYO Juan Roza, gerente de Relaciones Institucionales de Loma Negra. Cuando se termine la planta, a fines del 2013, principios del 2014 los puestos de trabajo serán 200.
La nueva industria que se radica en San Juan es comparable a emprendimientos mineros de la talla de Veladero o Gualcamayo. Los brasileros invertirán poco menos de la mitad de lo que los canadienses de Barrick inyectaron en la mina de oro Veladero en Iglesia (que demandó U$S540 millones) y en su construcción demandará prácticamente la misma cantidad de mano de obra directa (ver infografía). O si se la compara con Gualcamayo, esta nueva obra invertirá 70 millones de dólares más.
“Esta fábrica de cemento nueva va a producir 5 veces más que la ya existente en San Juan, con capacidad de elaboración de 1 millón de toneladas”, dijo Osvaldo Schütz, Director General para Argentina. Agregó que con la demanda del país para 2014 es necesaria mayor capacidad “y esto motivó la creación de una nueva planta”. La antigua cementera -que Amalita Fortabat vendió junto a otras 8 plantas al grupo brasilero en el 2005- produce 200 mil toneladas anuales.
¿AGUA NEGRA?
Por su lado, Roza agregó que por el “gran crecimiento en la demanda” se determinó que ésta debía ser en Cuyo, “y básicamente en San Juan que ha crecido mucho por obras de infraestructura, tanto las obras que se hicieron como las que vienen, como es el Paso de Agua Negra”. Y agregó sugestivamente el directivo: “El Gobernador está muy convencido que esto (el túnel de Agua Negra) va a salir, y nosotros también”.
Si bien la inversión ya está decidida y la licitación de la construcción en marcha -“hay dos empresas europeas en carrera, una suiza y otra alemana”, dijo Roza-, los directivos nacionales llegaron ayer a San Juan para coordinar con el gobierno provincial la fase de trabajo “relacionada con la tramitación de permisos, resolver la ubicación de la nueva planta, los accesos a los lugares y las autorizaciones de impacto ambiental”. Roza hizo mucho hincapié en este último aspecto, y destacó que “es lo que más nos importa, ahí tenemos una preocupación en común entre las autoridades locales y la compañía, que es el respeto por el medio ambiente”. Al respecto, el Secretario de Ambiente, Raúl Tello, dijo que la compañía tendrá que presentar todos los requerimientos para certificar los pasos del permiso ambiental y que contará con la colaboración de las autoridades “porque este es un emprendimiento que cualquier comunidad desea tener” (ver recuadro).
Respecto a la obra en sí, se trata de una planta modelo, “de las más modernas que tendrá Sudamérica y que va a cumplir con todas las pautas ambientales de nivel mundial”, aseguró Roza. Agregó que “a fines de 2013, principios de 2014 debemos estar operando, no sólo para el túnel sino para abastecer la demanda creciente de cemento”.
