El Gobierno provincial se comprometió a interceder para que otras actividades productivas, como la vitivinícola, la calera y los combustibles, tomen choferes de camiones que han quedado desocupados y cuyos trabajos están riesgo, debido al impacto en el sector del traslado de cargas por la demora en la construcción del proyecto minero binacional Pascua-Lama. En la tarde de ayer hubo un encuentro encabezado por el gobernador José Luis Gioja con la participación de representantes de las empresas transportistas y del gremio de los camioneros en un intento por encontrar una salida al problema.
No es la primera vez que el Ejecutivo intercede para evitar la pérdida de fuentes laborales porque hace dos semanas y a pedido del sector oficial, la minera Barrick a través de sus constructoras Techint y Fluor, decidió volcar al mercado metalúrgico sanjuanino 3 millones de dólares que servirán para adelantar trabajos de metalmecánica de la futura mina. La decisión empresaria beneficiará a 300 obreros que actualmente están inactivos tras el parate de la obra.
Al haberse estirado los plazos para que el emprendimiento entre en producción, lo que generó una reducción en el ritmo de obra, también quedaron en riesgo unos 300 puestos de trabajo de los choferes, según dijo Enrique Castro, titular del gremio de los camioneros en la provincia. Por eso pidieron una audiencia con el mandatario provincial, que se concretó en Casa de Gobierno con la presencia de los representantes de las UTE de transportes que se armó para el proyecto binacional. Se trata de las empresas Terra Logística SA, Maxiklak, Capesa and Company, Servimin SRL y Transportes Sánchez Huerta.
A la salida del encuentro, Castro informó que el gobernador Gioja se comprometió a buscar alternativas en otros rubros de la producción para que ocupen choferes de las transportistas. Entre otras actividades se mencionó que tanto las bodegas como las caleras utilizan el transporte de otras provincias e incluso servicios internacionales. Y también mencionó el caso de la mina Gualcamayo, en Jáchal, que utiliza camiones mendocinos para el movimiento de combustibles. A esos sectores, entre otros, quieren apelar para evitar despidos de los choferes.
A modo de ejemplo, Alejandro Tesei, de la UTE, dijo que de un promedio de 50 viajes diarios que se venían realizando a la zona del emprendimiento minero, ahora han bajado a unos 10 viajes, lo que ha hecho que la infraestructura haya quedado sobredimensionada. Pero dijo que “la idea es no desafectar choferes ni desarmarnos como empresa porque creemos que el proyecto va a seguir adelante y lo queremos terminar”.
“Hay un mensaje de esperanza de que no van a perder sus fuentes de trabajo. Los empresarios se han comprometido a no despedir gente y el Gobernador habló de la posibilidad de conseguir alternativas de empleo”, dijo Castro.
El ministro de Minería, Felipe Saavedra, sostuvo que “no queremos que haya despidos y en ese sentido están dispuestos a hacer un esfuerzo grande los empresarios y los choferes”.