El calor extremo del lunes y martes no sólo incomodó la vida de los sanjuaninos sino que también dejó huellas en los cultivos, especialmente en algunas hortalizas y frutales de carozo, lo que decantará en una merma en su rendimiento aunque no precisaron de cuánto será, según explicaron en el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y los ingenieros agrónomos Osvaldo Laria y Mauricio Barrionuevo. Este segmento de cultivos, en particular las chacras, ocupan el tercer lugar en superficie de la provincia.

Por su parte, las plantas de olivos y vides casi que no se vieron perjudicadas por las altas temperaturas. Los expertos comentaron que las vides que están brotadas a esta altura son -por lo general- las destinadas a uva de mesa, que disponen de abundante agua para el ‘engorde’’.

La Estación Experimental Agropecuaria San Juan, ubicada en Pocito, midió anteayer en campo 39,1º. Ese valor no registra antecedentes para el mes de septiembre -al menos- en los últimos 10 años, y únicamente en 2011 y 2006 el termómetro se llegó a posicionar en 36,3º. A partir de mañana entra un frente frío, descendiendo los valores mínimos a 7º y máximas que no superarán los 12º, según el Servicio Meteorológico Nacional.

El tomate es unas de las hortalizas que más siente el clima riguroso en un momento del año donde la temperatura media y óptima para el desarrollo debe rondar los 21º. Si bien la afectación no se observa de inmediato, con los días pueden aparecer platas quemadas o secas, otras con problemas de coloración (amarillentas): ‘’Ante esas temperaturas las plantas es como si se bloquearan y el impacto es sobre el rendimiento’’, dijo Barrionuevo. Otro efecto negativo de las altas temperaturas es que acelera la transpiración, las raíces no pueden abastecer la demanda atmosférica (evapotranspiración) por lo cual la planta entra en estrés hídrico.

En el caso de los cultivos frutales, ante los primeros estímulos de calor comienzan a florecer y si luego se registran altas temperaturas primaverales, como en este caso, se producen fallas en la fecundación de las flores y se puede romper el tubo polínico, desecar el estilo y degenerar el óvulo, lo cual se traduce en un bajo porcentaje de frutos.

‘’Las plantas se desarrollan dentro de umbrales de temperatura máximas y mínimas que dependen de cada especie, por encima o por debajo de las cuales no se registra crecimiento. La primera respuesta de las plantas ante el estrés por altas temperaturas es el acortamiento en sus etapas del desarrollo reduciendo el tamaño final de sus órganos y por consiguiente el rendimiento final del cultivo’’, apuntó Laria. En tanto, Barrionuevo dijo que ‘’por ejemplo en la ciruela, que ya está en flor, el impacto es mas grande porque puede haber problemas de cuaje, y eso hace que tenga menos frutos’’.