La novela que se generó tras el anuncio en 2008 de que en el departamento Pocito se instalaría una fábrica de ensamblado de camiones, parece tener un final y no precisamente feliz. El secretario de Industria de la Nación, Javier Rando, en su reciente visita a San Juan para acompañar a la ministra Débora Giorgi, dijo a DIARIO DE CUYO que ‘’el proyecto se cayó’’ y que desconocen las razones por las que el grupo inversor dio marcha atrás. Estos dichos se contraponen con los que fuentes oficiales locales esbozaron el 12 de marzo pasado a este diario y que aseguraban que este año la fabrica finalmente se radicaría en suelo sanjuanino.
El empredimiento prometía una inversión en orden a los 13 millones de dólares, dar trabajo a unos 150 operarios (en su pico de trabajo hablaron de llegar a los 350) y producir 300 unidades por mes, elementos que despertaron fuerte interés en la opinión pública.
En mayo del 2009, la propia presidenta Cristina Fernández de Kirchner trajo bajo el brazo a San Juan el decreto que autorizaba la instalación de la planta de camiones HP Global. Esta empresa luego dio un paso al costado y tomó la posta la firma de capitales nacional Industrias Metalúrgicas Ferroni, que adquiere un terreno en el Parque Industrial pocitano e incluso empieza a montar su nave, que hoy es un triste esqueleto de columnas metálicas montadas en una plataforma de cemento (ver foto) y que buena parte de esos trabajos ni siquiera se saldaron.
El derrotero de fallidos no quedó ahí. El mismísimo presidente de la empresa, Gustavo Tolosa, en momentos que se cortaban las cintas del nuevo polo industrial, dijo que en marzo del 2012 iban a salir los primeros camiones con el sello sanjuanino, en sus versiones de 6.000 kilos y otro de 12.000 kilos, además de una línea de tractores.
‘’El proyecto en su momento salió pero los empresarios, por problemas que desconocemos, decidieron no ejecutar la inversión. La fabrica no se radicó y no quisieron seguir adelante con el proyecto’’, contó Rando el viernes pasado.
Voces del Ejecutivo provincial explicaron en el último tiempo que el freno importador ‘’atentó’’ contra el proyecto y también que el esquema de financiamiento nunca estuvo seguro, en parte por la falta de avales mostrados por Industrias Metalúrgicas Ferroni. En el municipio pocitano aún le mantienen reservado el lugar, a la espera de una comunicación oficial.