Chile 7 de mayo.- La nueva administración del proyecto de oro Pascua Lama, controlado por la canadiense Barrick, reconoció que incumplió, en general, el plan de manejo de protección de las aguas exigido en la Resolución de Calificación Ambiental (RCA).
Esa es la principal medida de mitigación del proyecto, ya que está enfocado a evitar que el agua contaminada por ácido de roca llegue a los cultivos de los agricultores de la zona.
El representante legal de la minera, Derek James Riehm, presentó ante la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA) un escrito, a través del cual la empresa reconoció y aceptó 22 de los 23 cargos formulados en su contra por ese organismo, relacionados específicamente con el manejo de aguas.
La asimilación de los cargos realizados por la Subsecretaria marca un giro, ya que en un primer momento la canadiense rechazó las acusaciones y procedió a presentar un recurso de reclamación ante los tribunales ambientales. En cambio ahora, apunta a reconocer errores, en línea con la nueva estrategia tras las modificaciones en la administración, que buscan destrabar la paralización de la iniciativa.
En el texto, la canadiense reconoce haber construido obras no autorizadas y que otras no se realizaron en los lugares adecuados. También, que edificaciones comprometidas en la RCA para el manejo de aguas no fueron realizadas. Asimismo, solicitó al Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) realizar una serie de cambios, “destinados a solucionar o dar cumplimiento a las directrices planteadas por la autoridad”.
Según señaló Riehm en el escrito presentado ante el organismo ambiental, la aceptación de los cargos formulados por la SMA tiene que ver con el deseo de “demostrar el compromiso de dar cumplimiento a la legislación ambiental vigente y a las disposiciones establecidas en la RCA”.
Junto con aceptar los cargos, la canadiense desistió ayer del recurso de reclamación interpuesto contra la SMA en el Segundo Tribunal Ambiental, cuya audiencia estaba fijada para mañana y quedó suspendida.