Mientras el mercado interno intenta reaccionar y equilibra las cargas luego de los violentos incrementos de precios que se produjeron el año pasado -producto de pobres cosecha como las del 2009 y 2010-, la preocupación por las exportaciones vuelve a ganar el debate en las mesas vitivinícolas. Un dirigente se animó a graficar las señales de alerta del sector exportador, recordando al ‘Titanic‘, la apuesta hollywoodense tantas veces premiada.

‘Estamos viendo la punta del iceberg, espero que estemos a tiempo y a la altura de avisarle al timonel que desvíe el rumbo‘. El interrogante que quedó en el aire es saber si la solución viene de la mano de cambios estructurales de la vitivinicultura o va a salir de la misma coyuntura. Lo cierto es que el dato estadístico que aportó Caucasia Wine Thinking durante la semana, reafirmó la preocupación y le hizo correr un frío por la espalda a más de un empresario.

Desde la consultora advirtieron que ‘se observa una abrupta caída de casi el 43% en la salida de la caja de U$S 18 -valor FOB- y un amesetamiento en el volumen de exportaciones en el segmento de los U$S 18 a U$S 29, durante los primeros 5 meses del año‘, dato no menor teniendo en cuenta que esa franja de exportación es la que demostró más competitividad en cuanto a la variable ‘precio-calidad‘ en los últimos 10 años.

La dirigencia está intentando hacer una correcta lectura del contexto macro económico del país y del mundo para posicionar la solución al sector. Por el momento, el análisis que hacen del contexto puertas adentro, es que Argentina tiene un peligroso problema de pérdida de competitividad en sus productos de exportación, que erosiona la rentabilidad de las empresas y pone en riesgo la permanencia en los mercados del mundo.

El proceso inflacionario que eleva los costos de producción, dólar quieto y la consecuente apreciación de la moneda, golpea de lleno a ese sector, fundamentalmente al segmento de los fraccionados. Según los últimos datos del INV sobre las exportaciones en el acumulado enero-mayo de 2011 respecto al mismo periodo del 2010, muestran que las salidas de los fraccionados cayeron 3,21%, mientras que la salida al mercado externo de los vinos a granel, muestran un incremento de casi el 40% en ese periodo.

Juan Carlos Pina, gerente de Bodegas de Argentina, dijo que ‘la situación de la industria en materia de exportación es preocupante’’.