El contexto adverso en la actividad económica nacional y el freno minero de la provincia impactaron en el sector de compraventa inmobiliaria local y según un sondeo realizado en seis empresas constructoras e inmobiliarias, en el primer semestre del 2014 el ritmo de negocios ha decrecido, pero no se compara -al menos hasta ahora- con la gran caída que se produjo entre 2008 y 2009 con las crisis financiera mundial y la del campo en el país: en la actualidad la actividad de compra y venta de propiedades aún se encuentra entre un 15 a un 20 por ciento por encima de aquellos años. Por entonces, las operaciones de viviendas y terrenos habían caído un 50% interanual (ver aparte), mientras que ahora, la mayoría de los consultados coincide en que se ha producido un descenso promedio del 30 al 35% entre enero y junio de este año, pero que el sector sigue ‘’activo’’. Los motivos del actual descenso son por un lado, el freno en la oferta y demanda ante el problema con los fondos buitres -un eventual default puede elevar el dólar por encima del peso y prefieren esperar a ver cómo se resuelve- y el freno minero local donde se perdieron miles de sueldos altos que invertían en ladrillos y terrenos.

‘’Hay una menor demanda, pero no recesión como en el 2009. No es tanto por falta de efectivo, sino por temor; están todos expectantes a ver qué pasa’’, dijo el empresario Iván Orozco, que agregó que ‘’el inversor que tiene capacidad de ahorro e inquietud en capitalizar su dinero sigue estando y apostando al sector’’. En esto coincidió Eliseo Pérez Olivera, quien admitió que por el caso de los fondos buitres ‘’tanto la demanda como la oferta se ha retraído’’, pero aseguró que ‘’no ha habido una caída sustancial’’. ‘’No estamos en recesión, ha habido una demora en tomar decisiones sobre todo en los últimos dos meses, y valores de contraoferta de un 15 por menos’’, dijo desde su inmobiliaria. Agregó que compran los inversores que tienen plata disponible, porque ‘’el usuario final, que la necesita para habitarla no tiene acceso al crédito’. Dijo que ‘se movió un poco’ con el Procrear, pero después se freno, y apuntó que la actividad en el mercado la tienen inversores privados, ‘’para mí los que captaron plata de la minería’’. En este momento la tendencia refleja que siguen activos los productos de alta gama inmobiliarios ‘en pozo’; y también hay buena cantidad de operaciones que se concentran en productos como loteos, o unidades para clase media o media alta. ‘’La actividad de gente que compra para vivir ha decrecido bastante, diría un 30 a 40 por ciento; pero se mantienen activos los emprendimientos inmobiliarios para inversores, sobre todo en proyectos en boca de pozo, por un menor valor y una mejor rentabilidad futura’’, aseguró Sabino Pignatari, uno de los principales constructores inmobiliarios de la provincia. ‘’Eso sigue porque hay necesidad de invertir, mucha gente decide no atesorar en dólares y teme ahorrar en los bancos, y se inclina por proyectos aún no construidos’’, agregó. Esos desarrollos ‘en pozo’ se pagan mientras dura la obra de construcción. Para Osvaldo Lucero (Estudio 3) ‘’hay compradores, pero con una merma del 30% respecto al año pasado que fue muy bueno, pero la gente sigue comprando, invirtiendo’’. Identificó tres segmentos en la demanda: el de 50 a 65 años que busca departamentos grandes para irse a vivir porque le quedó grande la casa, el inversor grande de empresas de la minería y el pequeño inversor que viene ahorrando. ‘’En este momento la demanda está sostenida en un 50% por el primer grupo, un 35% por el pequeño inversor y un 15% por el inversor de empresas’’, aseguró.

‘’No se ha llegado a la situación del 2009’’ explicó Iván Farran, de Somos, y coincidió en que hay gran oferta de desarrollos inmobiliarios que se lanzaron cuando las condiciones económicas ‘eran otras’. No obstante sostiene que en su caso particular la compraventa cayó respecto a igual lapso del 2013, entre otros factores, por el fuerte aumento de materiales.

‘’Hoy compran inversores con poder adquisitivo importante pero en nuestro rubro han caído los compradores de clase media. Se notó mucho el bajón del sector de la minería, que adquiría lotes o casas’’, dijo.