Las cooperativas de productores ajeros que administran las dos empacadoras que construyó el gobierno con fondos públicos en el 2007 nunca pagaron al Estado el alquiler mensual por el uso de las instalaciones, a pesar de estar obligados por el contrato de concesión.
Incluso el mes pasado le han pedido al gobierno que les perdone la deuda y que los exima del pago a futuro, según informó Francisco Morello, titular de la Dirección Administrativa del Ministerio de Producción.
Teniendo en cuenta que el canon mensual es de 2.800 pesos y que la empacadoras fueron entregadas en concesión hace 27 meses, en total adeudan 151.200 pesos, o sea, 75.600 por cada una de las plantas.
Morello dijo que el argumento para pedir el uso gratuito de las instalaciones es que la actividad ajera, encarada por productores chicos y sin espaldas financieras, "no permite generar los recursos suficientes para afrontar el canon".
Desde una de las cooperativas alegaron también la merma en producción y bajos precios de los ajos en los años pasados -recién para esta cosecha esperan precios óptimos-, como también las estafas que suelen sufrir los ajeros chicos que venden sus cargas y no se las pagan.
Morello dijo que la petición se está analizando -se está haciendo el estudio contractual en la Secretaría de Legales- y aunque no adelantó decisiones deslizó que existe voluntad de atender el reclamo: "Son cooperativas, queremos ver cómo podemos apoyar para que sigan adelante, para que no mueran", dijo Morello.
Las dos empacadoras de ajos costaron $3.452.667 y el 12 de setiembre de 2007 el gobierno las entregó a dos entidades: la que está ubicada en Pocito quedó a cargo de Agropecuaria San Juan Limitada, en tanto que la que está en Barreal, Calingasta, fue a manos de Cooperativa Retamales.
La estrategia del gobierno fue invertir fondos en la construcción de los edificios de sectores con déficit de infraestructura, luego se hizo una licitación para entregarlas a un administrador que debía pagar un alquiler mensual durante los 5 años de concesión, y que tiene derecho a comprar las instalaciones al término de ese lapso.
No fue posible ubicar al responsable de la planta de Pocito, por estar en el exterior, aunque se sabe que la planta está trabajando a full en esta temporada, tamañando ajos y empacando para exportar.
En cambio, el presidente de Retamales sí explicó las razones del pedido de condonación: "Hemos pedido la eximición del pago porque no quedan utilidades, luego de pagar los salarios. Se ha operado poco en los últimos años, el precio viene de años malos y lo que más nos perjudica a los productores chicos son las estafas. Nos compran la carga los exportadores, la mandamos y después no nos pagan. En la actualidad muchos camiones no se cargan si antes no está la plata depositada en el banco", explicó el productor. "Un canon de $2.800 al mes es muy alto, debemos crecer de alguna manera primero. Hay que hacer funcionar a pleno el establecimiento antes", agregó.
Las empacadoras de ajo son dos de las tres obras de infraestructura para producción en las que invirtió el Estado entre los años 2005-2007, con la intención de ayudar al sector privado a darle valor agregado a la producción. A la de Pocito le va bien y ha logrado procesar ajos incluso de Mendoza, mientras que la de Barreal ha venido a los tumbos, aunque este año tiene mejores perspectivas y ya está tamañando (clasificando por tamaño y peso) los ajos de unos 15 productores calingastinos. La tercera es el frigorífico de uvas en 25 de Mayo que viene creciendo y lleva el pago del canon al día, según sus directivos (ver aparte). Los tres edificios demandaron una inversión total de más de 7 millones de pesos.