En San Juan, las pasas y tomates que van a desecarse tienen su propia lavadora automática, y un surtido de verduras y frutas pueden ser deshidratadas en una máquina industrial sin perder sus virtudes. No es todo: También se desarrolla un sistema de reciclado de los peligrosos envases de agroquímicos vacíos y residuos plásticos, hay quienes obtienen energía hidroeléctrica convirtiendo viejas bombas de agua en desuso en poderosas microturbinas, y hasta genios locos que se metieron en el terreno de la ciencia para desarrollar una nueva cepa de moscas estériles para combatir a las que atacan la codiciada fruta de exportación.
En forma silenciosa y casi desconocida, en la provincia hay un total de 35 grupos de empresarios y productores que han podido desarrollar los experimentos e ideas que se les ocurrieron gracias al espaldarazo del Consejo Federal de Ciencia y Técnica, que ya repartió $4.649.429 en Aportes No Reintegrables en los últimos 3 años en San Juan.
Sus nombres no pueden ser difundidos aún -hasta que se pruebe que el proyecto funcione- pero sí las ideas que están desarrollando. Fueron seleccionadas porque tenían algún tipo de innovación. Y no fueron elegidas en San Juan, sino que la selección la realizó una consultora nacional que zarandeó varios proyectos locales de los cuales ganaron los más innovadores, los que más ingeniosamente usaron la tecnología.
"Es realmente muy importante porque se financia principalmente al sector productivo de la provincia, los proyectos están en diferentes niveles de desarrollo y lo marcado es que tienen valor agregado, un condimento clave hoy que el mercado es tan competitivo", dijo Daniel Coll, titular de Ciencia y Técnica en San Juan y secretario de presidencia del Consejo Federal, el área que repartió los subsidios. La tarea del organismo local consiste en ayudar al emprendedor a presentar correctamente el proyecto ante la Nación y también a relacionarlo con la UVT, Unidad de Vinculación Tecnológica, una suerte de intermediario que manejará el gasto de los fondos. "No se le entrega la plata al beneficiario, al productor o empresario. Hay una UVT que le compra lo que necesita, nos factura (a Ciencia y Técnica) y hace el seguimiento del desarrollo del proyecto", explicó Coll. Ese mecanismo se diseñó para imprimirle mayor transparencia al reparto de los fondos.
En San Juan hoy hay 6 entidades y 8 municipios que realizan ese trabajo (ver infografía). El dato: Los proyectos de innovación y los de eslabonamiento productivo reciben hasta el 50% de financiamiento que precisan, el resto lo debe aportar el beneficiario. Un total de 21 de los 35 proyectos sanjuaninos son de este tipo, por lo que el total de inversión actual en proyectos innovadores para la producción -cofinanciados por el gobierno y el sector privado- alcanza a los $ 5.217.810.
Los otros proyectos -que son los que reciben el 100% del subsidio- son los que monitorean los municipios y los destinados a proyectos para el turismo.