Después de tantas pálidas, al fin una buena para el sector hortícola: el ajo, a 45 días que comience la cosecha, asoma con una plenitud absoluta en materia de sanidad y además estiman que, por la evolución que ya tiene el bulbo, decantará en buenos calibres, o sea más kilos y más plata, según precisó el asesor técnico del Área Hortícola del INTA de Pocito, Luis Kulichevsky. Eso sí, los altos costos de producción y, el por ahora quieto mercado internacional, hace que los productores sean cautelosos. En esta campaña se sembraron apenas 700 hectáreas (ver recuadro), cuando por ejemplo en la temporada 2006/2007 se trepó a las 2.800 hectáreas, todo un récord.

A decir de los chacareros ‘’lo poco que se hizo de ajo, se hizo bien’’. En este sentido, hay elementos que alimentan esa teoría: a la vista de los resultados, plantó el que tenía cómo regar, ya sea con la poca agua que viene por los canales o ayudados por una perforación. Pero un dato que no pasa inadvertido es cómo creció la superficie de ajo que se riega por goteo, que estiman ya ronda las 280 hectáreas, con un gran salto exponencial en las últimas dos campañas. Esto inevitablemente redunda en un crecimiento en la producción en orden a un ‘’15 o 20%’’. ‘’Entiendo que hubo una profesionalización en la manipulación y una responsabilidad por hacer un buen ajo’’, apuntó Kulichevsky. ‘’Se hizo un trabajo a conciencia para que el poco ajo que se siembre sea de muy buena calidad’’, agregó Alfredo Figueroa, vicepresidente de la Cámara de Ajeros de San Juan.

Así las cosas, hoy las plantas no muestran hongos en hoja o raíz, cosa que por ejemplo a esta misma altura del año pasado sí se observaba. En este bienestar de la hortaliza hay dos factores que sobresalen: prevención por parte de los chacareros y el clima que ayudó. Con este escenario, los agrónomos ven calibres ideales para la exportación e incluso en la Cámara de Ajeros apuntaron que ‘’más del 50% será de calibre ‘6’ (mediano) y al menos el 30% del ‘7’ (grande), lo que es muy bueno’’.

Mercado de precios

Los exportadores sanjuaninos todavía se resisten a hablar de precios. Sí saben que para poner una caja de ajos en el exterior deberán asumir un costo mínimo en orden a los 26 dólares, teniendo en cuenta que la campaña pasada promedió los 23,35 dólares FOB, cuando por ejemplo un ajo blanco de calibre ‘5’ se terminó pagando hasta 18 dólares; uno del ‘6’, 28 dólares y el más grande, de ‘7’, 33 dólares. En la medida que los bulbos estén sanos y grandes, los chacareros van a salir airosos, por eso es clave que en este tiempo que resta hasta que se arranque la hortaliza el clima acompañe y que después los empresarios puedan aguantarlo en los galpones a la espera que los precios se acomoden en valores tentadores. ‘’No habrá que apurarse a vender. Tendremos que hacer valer esa buena calidad’’, apuntó Figueroa.