Cuando está finalizando el ciclo hídrico 2022/2023, que concluirá el 30 de junio próximo, un informe del Departamento de Geología de la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ) revela que este invierno será pobre en nevadas, por debajo de los promedios históricos, y que después llegarán fuertes vientos, un fenómeno que puede afectar al campo sanjuanino.

El geocientífico Silvio Pastore, que trabaja en ese departamento, explicó que para llegar a esas conclusiones se tuvieron en cuenta los últimos modelos de pronósticos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, según sus siglas en ingles) de Estados Unidos.

"La interpretación que estamos realizando de estos informes para nuestra región, indicarían que a partir de fines del invierno, principios de la primavera de este año, se esperaría una alta inestabilidad atmosférica producto del aumento de la temperatura del Océano Pacifico ecuatorial, lo que podría impactar en el aumento de la cantidad y de la intensidad de los vientos", dijo Pastore. Y en cuanto a las nevadas, la mayor intensidad recién habría que esperarla para el próximo año.

Estos fenómenos tendrán lugar cuando San Juan viene atravesando varios años de escasez hídrica, al punto que los niveles de agua están por debajo de los necesarios para mantener la seguridad de los diques. Y que hasta el río San Juan viene trayendo promedios por debajo de los históricos (ver infografía).

Para San Juan en particular, el próximo ciclo hídrico 2023/2024 encontrará a la provincia con bajos valores de reservas en los embalses sobre el río San Juan (309 hm3 al 30/05/2023), aumento de las temperaturas máximas (ya existen zonas del planeta que alcanzaron +1.5°C), aumento de la extracción de agua de los acuíferos, inestabilidad meteorológica y con una significativa pérdida de área de los glaciares.

"La combinación de eventos meteorológicos de mediados de mayo y los altos niveles de contenido de calor oceánico por encima del promedio significa que habrá un fenómeno conocido como del Niño potencialmente significativo en el horizonte. "Si bien es probable al menos un Niño débil, el rango de posibilidades al final del año (noviembre-enero) incluye un 80% de probabilidad de al menos un Niño moderado", sostuvo.

Para la zona núcleo de Argentina este panorama significa que se puede esperar un aumento de precipitaciones, que incluirán a Uruguay, Paraguay y sur de Brasil, pronosticándose un ciclo seco para la zona centro y norte de Brasil.

"Es decir que estamos atravesando condiciones meteorológicas globales que indicarían la interrupción del periodo de sequía extrema que afecta a nuestra región y cuyo mayor impacto (precipitaciones) son esperables en el año 2024", sostuvo.

En tanto, la combinación de escasas nevadas y de fuertes viento son datos preocupantes para el campo sanjuanino. Es porque, según los especialistas, de acuerdo a la época en que los vientos tengan lugar, si ocurren en la época de floración de algunos de los principales cultivos de la provincia, como en el caso de la vid, olivo y almendro, se podría afectar la polinización y como consecuencia la producción.

Reducción
27,1
 Es el porcentaje de reducción de los glaciares entre el periodo 2013/2015 al 2020/2022), según advierte el informe de Geología de la casa de estudios. Y se advierte sobre la inestabilidad meteorológica.

> Poca nieve

El Departamento de Hidráulica dio a conocer el viernes pasado los primeros datos aportados por las estaciones de medición ubicadas en la cordillera y que sirven para hacer una proyección del caudal que traerán los ríos.

Del 26 al 28 de mayo se contabilizaron 10 cm de altura de nieve en las estaciones Pachón, Teatinos y Calderón. No obstante, la medición del día 29 de mayo señaló 0 cm.

Cabe destacar que la cuenca de alimentación de los ríos sólo se nutre de las nevadas, porque el agua de lluvias no suma. Para evaluar los centímetros de nieve que caen y así obtener información clave para poder confeccionar el pronóstico hídrico anual, la provincia cuenta con una red de estaciones nivometeorológicas en las cordillera.