La medida tomada por el Gobierno nacional a inicios de este año, que frena las importaciones de casi 600 productos y que en un principio generó problemas en la provisión de insumos para la industria sanjuanina (ver aparte), ahora también impacta en la disponibilidad de algunos electrodomésticos de alta demanda, entre los que sobresalen, heladeras, planchas, aires acondicionados de ventana y batidoras, según información oficial de la cámara del rubro electro, y un sondeo local.

Explicaron que la industria nacional no da a basto con la sustitución de estos aparatos y se están generando faltantes en las góndolas locales, como en el resto del país: "Llevará algo de tiempo para que la capacidad fabril argentina se vaya adaptando", dijeron desde la Cámara Argentina de Industrias Electrónicas, Electromecánicas, Luminotécnicas, Telecomunicaciones, Informática y Control Automático (Cadieel).

"Estamos teniendo inconvenientes con casi todo lo importado. Pero donde más lo hemos sentido nosotros es en heladeras y en tecnología. Por ejemplo heladeras Whirlpool o Electrolux (ambas importadas) llegan a cuenta gotas y las que hay nacionales no son iguales, las terminaciones no son las mismas y la gente lo nota y no compra", contó Orlando Zabaleta, subgerente de Fravega. Otro de los que se quejó fue Roberto Dates, de la firma sanjuanina Comesa: "Tenemos un drama enorme, porque en el puerto de Buenos Aires está lleno de containers con electrodomésticos y acá en las góndolas no sabemos que hacer para llenarlas. Las planchas o batidoras de marcas como Brown o Philips prácticamente no llegan y tenemos que reemplazarnos por marcas nacionales como Liliana, que la gente obviamente se da cuenta que no es lo mismo". También desde Garbarino pusieron el grito en el cielo. "El stock de heladeras es muy limitado. Casi no llega nada y la alternativa es lo nacional, marcas como Gafa o Patrick que medianamente la gente las reconoce", explicó un vendedor. En sintonía, el gerente de la sucursal de Ribeiro, Mauro Odiart, también mostró preocupación: "Por el momento nos manejamos bien y por lo menos es en el tema planchas donde tenemos más inconvenientes. Pero el problema será cuando los stocks de casa central se agoten y tengamos que depender del abastecimiento de las firmas nacionales de aparatos", apuntó.

En este sentido, las grandes cadenas siguen corriendo con ventajas en cuanto a la provisión de mercadería, porque gozan de un peso específico que les permite manejar stocks más altos de productos, en la negociación mano a mano con las fábricas nacionales. El escenario que plantea el gobierno no parece tener grises y la ecuación redunda en base a un fundamento estricto: O se comienza a producir en el país o no podrán importar más. Si bien la apuesta es "a suerte o verdad" y como máxima hay un fuerte impulso al "compre nacional", lo cierto es que entre tanto no será tarea fácil cumplir con la demanda que propone el mercado de electrodomésticos, y desde el sector se teme que se resientan las ventas. "La verdad es un desastre. Desde el momento que la gente ve exhibida una heladera y le decís que no hay, estás perdiendo un cliente. Y eso es perder plata", dijo enojado el gerente de una importante cadena de electrodomésticos que se ubica en la Peatonal.

Estas medidas, fogoneadas por el polémico secretario de Comercio Guillermo Moreno y contempladas por la Organización Mundial del Comercio, funcionan como una suerte de herramienta que busca proteger a los sectores más "sensibles" de la economía.