En lo que va del año y en forma coincidente con el crecimiento de la actividad económica, que demanda más prevención, en la Subsecretaría de Trabajo de la provincia ya se han registrado 15 denuncias de vigiladores privados por trabajo en negro. El dato se conoció cuando tanto desde el sector gremial como por parte de la cámara que agrupa a las agencias en San Juan coincidieron en señalar que la mitad de los trabajadores de la actividad, unos 3.000, se desempeña de manera informal y no cobra los haberes que marca la ley.

Los vigiladores privados se desempeñan en bancos, supermercados, bocas de cobro de impuestos y servicios, hospitales, oficinas públicas y también en empresas privadas, entre otros ámbitos, sobre todo en los sectores en los que hay manejo de dinero. Pero el problema es que hay una alta informalidad en la actividad.

En San Juan se calcula que hay poco más de 100 agencias de vigilancia funcionando, pero sólo 48 están habilitadas, según dio a conocer Carlos Ruiz Morales, de la Cámara de Empresas de Seguridad, que las agrupa. Y de los 6.000 trabajadores que se desempeñan en el sector, la mitad cumple sus labores en la informalidad. Así, por ejemplo, de unos $135.000 que debería cobrar un vigilador de acuerdo a la última paritaria, perciben entre $30.000 a $50.000. Y como temen perder el trabajo, muchos no lo denuncian.

Pero hay algunos que se animan. Fue el motivo de la última denuncia ingresada hace poco más de una semana atrás a la Subsecretaría de Trabajo. Correspondió a un vigilador que se desempeñaba en el Hiper Chango Mas de Rivadavia, quien denunció tanto al comercio como a la empresa Tauro Seguridad SRL porque estaba cobrando un sueldo por debajo del que marca la ley.

Desde el Sindicato Único de Vigilancia y Seguridad (Suvico), el delegado regional, Claudio Tapia, dio a conocer el problema de la falta de cumplimiento de las escalas salariales por parte de las agencias en la provincia. El gremio, con origen en Córdoba, está gestionando la habilitación para representar a los trabajadores en la provincia.

Sobre las denuncias que llegan al área laboral, primero se cita a la empresa denunciada y si no concurre puede haber una inspección para determinar si se ajusta al cumplimiento de la ley. Si no hay acuerdo y la empresa no cambia de actitud, puede haber una denuncia en la Justicia Laboral para obligar a que la empresa cumpla con la legislación correspondiente.

El "ejército" de la seguridad privada en el país ya cuenta con 280 mil hombres y mujeres. Cerca del 70% están en Capital y la Provincia de Buenos Aires, donde funcionan unas 500 empresas de las 750 que se calcula que existen.

Según datos del sector, la mayoría de los custodios privados se desempeñan en el ámbito público. Los eventos deportivos y los comercios completan el podio.

Pero el problema, que se da en todo el país y que se replica en San Juan es la informalidad, porque casi el 50% trabaja en negro y sin percibir las escalas oficiales. Y también hay empresas truchas que prestan servicio sin estar registradas oficialmente.

Las cámaras empresarias señalan que una de las principales consecuencias de la informalidad en el rubro es, justamente, la inseguridad. Y apuntan a que hay casos de robos relacionados a este factor.

La seguridad privada está vinculada por funciones y características a la Policía. Al punto que varias empresas fueron fundadas por excomisarios, algo parecido a lo que ocurre con muchas compañías de seguros.

  • Cambio en la legislación

La Cámara de Diputados de la provincia aprobó el jueves pasado un proyecto que había sido enviado por el Ejecutivo con cambios en la normativa que regula los servicios de vigilancia, custodia y seguridad en San Juan. Por ejemplo se incluyeron una serie de actividades que antes no estaban contempladas y otras se adaptaron a las exigencias actuales. Así se separó el servicio de portería del de vigilancia de locales bailables y de diversión nocturna.

En cuanto al servicio de portería, una actividad que ha crecido mucho con la llegada de nuevos conjuntos habitacionales, se dispuso ajustar su funcionamiento, en particular en lo referido a las responsabilidad de los serenos. También se definió la prestación del servicio de vigilancia de locales bailables y de diversión nocturna, como así también de los locales destinados a fiestas ocasionales. Además, se incorporó una actividad de alto impacto en la sociedad, como son las custodias personales privadas.