Debido a la emergencia hídrica que vive la provincia por la sequía, actualmente los tres diques ubicados sobre el río San Juan -Ullum, Punta Negra y Caracoles- tienen tan poca agua almacenada que están trabajando por debajo de los niveles seguros de operación, y en caso de que se produjera alguna creciente, dos de ellos corren riesgo de que la greda tape su maquinaria interna para siempre y no sirvan más. El subsecretario de Recursos Energéticos, Andrés Sastriques, informó que las presas están trabajando "bajo emergencia", erogando agua por los descargadores de fondo -algo que no debería ser habitual-, y que a Caracoles y Ullum ya no se les puede sacar más agua, porque no podrían resistir una eventual crecida que puede ocurrir en época estival.

""Podrían llegar a taparse, y habría que desactivar las presas", dijo el funcionario. Al consultarle qué significa "desactivar", contestó: "Romperlas" o "dinamitarlas", porque ya no servirían. Hay que aclarar que el riesgo no es que la creciente rompa la pared del dique y se inunde todo aguas abajo, sino que el pobre nivel de agua almacenado no alcanzaría para detener el barro que destrozaría los piezas internas. La presa Caracoles -la primera aguas arriba del río San Juan- hoy tiene agua a una cota de 1.031,6 metros sobre el nivel del mar (msnm), cuando 1.030 msnm es lo mínimo para soportar una creciente que puede venir por el río Saso, uno de los afluentes del San Juan. ""Lo ideal sería estar en 1.080 msnm para una operación normal de la represa", explicó Sastriques. Respecto al dique de Ullum, está actualmente en una cota de 751,6 msnm, y si se baja a menos de 749 msnm (mínimo operativo) y entra una crecida por el río La Travesía, que es otro de los afluentes, los sedimentos avanzarían sobre las válvulas y los conductos, y romperían las piezas del descargador de fondo o las obras de toma. En el caso del dique Punta Negra, actualmente la cota está en 911,3 msnm, y el límite de seguridad es 890 msnm, explicó Sastriques. ""Por eso digo que es poner demasiado en riesgo bajar esas cotas", insistió el funcionario. La Dirección de Recursos Energéticos integra el Consejo Provincial para Control de Embalses y Seguridad de Presas (COCESP), que desde agosto del año pasado está advirtiendo de los peligros de desembalsar más de la cuenta los diques, tal como han estado pidiendo los productores. En el COCESP también se sientan los representantes de la Secretaría de Agua y Energía del Ministerio de Obras y Servicios, como el Departamento de Hidráulica, Energía Provincial Sociedad del Estado (EPSE) y Obras Sanitarias Sociedad del Estado (OSSE).

Este equipo alertó hace cinco meses que por razones operativas y de seguridad, los diques deben mantener un mínimo de agua, primero porque poseen un "embalse muerto" que es el agua que se acumula en su vaso por debajo de las estructuras de descarga de la presa. Segundo, porque los descargadores de fondo no pueden oficiar de reguladores de caudal y no deben funcionar de forma frecuente, por razones de seguridad. Lamentablemente por la crisis hídrica inédita que vive San Juan, esto último es lo que esta sucediendo desde entonces.

Sastriques admitió que "todos los diques están operando por el descargador de fondo como algo normal", siendo que eso fue concebido sólo para alguna ocasión extraordinaria. Agregó que el aumento del caudal del río la semana pasada no movió la aguja para las represas, ya que no se logró almacenar por arriba de lo que se está gastando para el riego agrícola.

Desde 2018 vienen bajando las reservas porque el río trae menos agua de la que se usa.

  • Polémica por los cortes de riego

Pedro Martín , presidente del Consejo Asesor del INTA criticó que se esté pensando en reducir los días de cortes en los canales de riego en el próximo mes de febrero, a raíz de la mejora del caudal del río San Juan la semana pasada. Por el contrario, dijo que la mejora no ha sido relevante y que es necesario pensar en resguardar la seguridad de los diques que están en riesgo. ""La mejora transitoria del caudal creó expectativas, como si eso fuera a cambiar la sequía y no es así. No tenemos agua, seguimos igual de mal", aseguró Martín.

El pasado 13 de enero, en una reunión entre regantes, Hidráulica y la Secretaría del Agua -en medio de una ola de calor y porque el río traía más agua de lo previsto- se decidió posponer hasta fin de mes el corte del agua de riego en los canales que estaba programado para el fin de semana pasado. Además se conoció que el mes próximo creen que podrán reducirse los cortes de agua de los canales. El año pasado se había programado un corte de 12 días del agua de riego por canales, y en esa reunión los regantes solicitaron reducirlos a 6. Ayer Oscar Coria, desde la Dirección de Hidráulica, dijo que esa repartición indicó la necesidad de 9 días de corte para febrero. Dijo que las evaluaciones realizadas hasta aquel día, permitían esa reducción, y que hasta el momento no cree que vaya a desmejorar. De todos modos, advirtió que la situación sigue siendo muy critica, que el aumento del caudal es transitorio y asociado a las lluvias en la cuenca alta del río San Juan y que recién el 1 de febrero el Consejo volverá a reunirse para analizar los próximos cortes. ""Pasadas las lluvias el escurrimiento disminuirá y tendremos que seguir atento al comportamiento del río", dijo. Hasta el 16 de enero, el caudal medio del río fue de 21,083 m3/seg.