Frente al anuncio de una bodega mendocina de importar vino chileno en lata para comercializar en el mercado nacional, representantes de entidades viñateras locales manifestaron su preocupación y alertaron que se podría agravar el problema de los excedentes vínicos en todo el país.

Según publicó el portal Sitioandino, la bodega mendocina Doña Paula, del grupo chileno Santa Rita, tiene previsto importar latas de vino del vecino país una vez finalizada la cosecha. El proyecto es comercializar dos tipos de vinos, un rosé y un sauvignon blanc, bajo la marca Rita, que el grupo ya produce en Chile para exportar a Europa y algunos países asiáticos. El plan inicial es posicionar las primeras 40 mil unidades de 269 cc en vinotecas, restaurantes y bares de Buenos Aires, a un precio sugerido cercano a los 150 pesos.

"Me llama la atención que se pueda permitir la importación de vino chileno, cuando hay bodegas argentinas que ya producen vino en latas", dijo José "Catuco" Molina, de la Cámara de Productores Vitícolas de San Juan. Y agregó que "hay que estar alertas porque esto es como el coronavirus, cuando ingrese una lata de Chile después pueden venir muchas más".

El dirigente hacía referencia a que durante los años 2017 y 2018 ingresaron al mercado nacional unos 100 millones de litros de vino a granel de Chile, con el argumento de que faltaba vino. Y hoy el problema son los excedentes, al punto que tanto el Gobierno de San Juan junto con las principales entidades vitinícolas de las provincia han salido a pedir que se corra la fecha de liberación de los caldos nuevos.

Juan José Ramos, de la Asociación de Viñateros Independientes (AVI), dijo que "si ingresan vinos chilenos en lata no me genera una buena sensación, no vendrá bien para el sector. Las bodegas argentinas están condiciones de envasar vino en latas, no hace falta importar".

Por ejemplo, en octubre pasado se anunció el proyecto de la marca Dilema, un vino elaborado por Bodega Estancia Mendoza, para lanzar al mercado argentino un novedoso envase en lata de 269 mililitros para sus variedades Rosado y Blanco dulce, con la intención de comercializar un millón de latas. Y como ese, hay otros ejemplos.

En octubre del 2018 se conoció la noticia de que el Instituto Nacional de Vitivinicultura había firmado una resolución autorizando a las bodegas argentinas a comercializar vinos para venta directa al público en latas de aluminio.

La idea interesó incluso a los bodegueros sanjuaninos, que vieron en esa alternativa la posibilidad de llegar al público joven o para las salidas nocturnas, Y lo consideraron una buena alternativa para pelearle el mercado a la cerveza.

Un analista del sector también lo consideró una alternativa para ganar clientes y recuperar el consumo, por ejemplo frente al mercado de las gaseosas.