En el campo sanjuanino rechazan la posibilidad de avanzar hacia un programa para los regantes donde se equipare en una tarifa, el agua superficial con el agua proveniente de perforaciones subterráneas, además de cobrar por el volumen de agua que se use según el cultivo y suelo. Diferentes entidades productivas coinciden en que sería injusto unificarla ya que la extracción de agua subterránea, al tener que afrontar los costos energéticos, es mucho más cara y por lo tanto, se le encarecería al aplicarlo a un productor que riegue sólo con agua superficial. También dicen que la normativa vigente sobre uso y distribución de agua de riego no permite la modalidad de cobrar por volumen, sino que establece una distribución uniforme para todos. A esa conclusión se llegó tras poner en consideración la idea del Instituto del Agua, dependiente de la Universidad Católica de Cuyo, a cuatro entidades viñateras y a los chacareros. En ese instituto están analizando alternativas para afrontar la sequía y escasez de nevadas que afectan a San Juan desde hace unos años y que tienden a recrudecer por el cambio climático. Sin agua almacenada en los diques y con un pobre derrame del río San Juan que ha obligado a las autoridades a reactivar la batería de perforaciones para proveer el volumen necesario para los cultivos, desde diversas entidades están saliendo propuestas para afrontar un futuro de crisis hídrica. Pero la idea de unificar tarifas y de empezar a cobrar por volumen consumido en vez de un canon anual por derecho a riego no fue bien recibida. "Sería bastante negativa para el agro, en medio de la pandemia, con malas ventas, cualquier aumento de tarifas sería catastrófico", dijo Osvaldo Recio, desde la Sociedad de Chacareros. "Con la sequía que hay vamos a sembrar menos, y si encima aplican tarifas por volumen desalentará a quien quiera sembrar más. Es mala idea para el campo", agregó. Advirtiendo que no se trata de una propuesta oficial, José Molina, titular de la Cámara de Productores Vitícolas, opinó que las medidas estructurales, a mediano y largo plazo, respecto al uso del agua deben ser consensuadas con los productores. "Requieren la convocatoria del sector público y privado, los productores debemos participar en el diseño de herramientas. No estoy de acuerdo con unificar tarifas porque es una solución facilista", indicó. Otro que reclamó participación del sector privado es Pablo Martín, desde la Mesa Vitivinícola. "Unificar tarifa con la escasez hídrica que hay me parece que va a ser más problema que otra cosa. La idea ha generado malestar grande", dijo y aseguró que sí está de acuerdo en que el tema hay que discutirlo. En la Asociación de Viñateros Independientes aseguran que igualar tarifas "sería aumentar al productor de riego tradicional 20 veces". Su presidente, Juan José Ramos, aseguró que la propuesta "trae intranquilidad" a los productores y que en caso de prosperar la iniciativa "pone al campo en pie de guerra". En sintonía, Eduardo Garcés, desde la Federación de Viñateros, también rechazó la idea, por considerar que invertir en la construcción de un pozo de agua y luego pagar la tarifa eléctrica "sale 10 veces más caro" que el riego superficial. Respecto a la distribución por volumen, al igual que otros dirigentes, dijo que la normativa vigente establece "un coeficiente de agua igualitario para toda la provincia". "Creemos que es un intento que encubre una futura privatización del Departamento de Hidráulica", opinó.

Qué dice la iniciativa del Instituto del Agua

El borrador sobre la iniciativa de poner una tarifa unificada apunta a que el agua subterránea que se agregue a la red de riego desde perforaciones privadas se considere igual que la superficial y ambas tengan el mismo valor económico por m3. Los regantes que aporten su pozo al sistema de distribución no pagarían el costo de bombeo sino que recibirían un crédito desde Hidráulica para compensar el valor del volumen consumido desde la red. También propone que se pague por el agua que realmente usen para regar según su cultivo y suelo, en lugar de afrontar el pago de un canon anual de derecho de riego.

Cuánto pagan hoy los regantes

Este año el canon de todo uso de agua es de $20 por hectárea o por litro por segundo en toda la provincia. A eso se suma las tasas retributivas de los servicios hídricos que van desde los $608 por hectárea empadronada al año en Valle Fértil; hasta un pico de $1.799 en Chimbas. En Ullum se paga $1.034,26, en Zonda, $1.251,81, $1.416,18 en Rivadavia y $1.416,18 en Capital. En Santa Lucía es $1.600,01, en 9 de Julio, $1.312,60 y en Rawson, $1.480,45. Luego en Pocito es de $1.235,37, en Sarmiento $700,15, en Albardón $1.243,67, en Angaco $1.012,42 y en San Martín, $1.062,01. Caucete tiene una tasa de $957,86, que es de $648,38 en 25 de Mayo, de $896,59 en Calingasta, de $791,14 en Iglesia y de $691,21 en Jáchal. Las concesiones de uso doméstico, municipal, uso industrial y uso minero es de $2.340.