Jueves, 8 de enero.- La tensión entre el sector vitivinícola y el Gobierno mendocino crece sin pausa, a menos de un mes de comenzar a levantar la cosecha 2015. Los productores vienen anunciando una verdadera "catástrofe social" si en breve el precio del vino no aumenta, lo que permitiría obtener los fondos suficientes para enfrentar las labores y cancelar deudas. En la actualidad, un litro de blanco escurrido está en $1,80 y debería valer $3,50 para cubrir los costos, según cálculos del sector empresarial.

El Ejecutivo defiende su estrategia de regular el mercado interno y por eso se niega a reconocer que el 40% del bloqueo al vino que se hará en 2015, no es en realidad un bloqueo sino que se trata de una estrategia a mediano plazo para que se elabore solamente lo que se consume, es decir, el 60%, siempre y cuando el resto esté disponible para otros usos: exportación, o destinar a pasas, o a mosto, o degradación si fuera necesario.

Sin embargo, los productores en la voz de la Asociación de Viñateros de Mendoza, la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas, la Asociación de Productores Autoconvocados, Bodegas de Argentina, la Unión Vitivinícola, entre otras cámaras empresariales, señalan que es urgente sacar de circulación 200 millones de litros de vino estancados en las bodegas desde 2014. Para esto, debería el Gobierno provincial y/o nacional financiar esta compra de inmediato, lo que requiere una inversión de $500 millones. Además, de volver a destinar el 35% de uva a la producción de mosto, en lugar del 18% acordado con San Juan el año pasado.

La casi “obstinada” posición del Ministerio de Agroindustria mendocino para sostener sus medidas tiene más que ver con plantear un escenario en el que finalmente no aparezca el dinero para retirar el excedente vínico, ya que desde Nación aún deshojan la margarita para distribuir entre todas las provincias vitivinícolas, $230 millones. Aclaran en el Gobierno, que si finalmente el productor muestra un contrato de compra por fuera de ese 60% elaborado, autorizará la salida de la producción guardada, antes de los plazos estipulados: en agosto.

Pero ni siquiera en este aspecto hay acuerdo: los productores hablan de 200 millones de litros de stock a eliminar. El Ejecutivo suma 360 millones de litros de excedentes.

“Es verdad que gran parte de esto es vino blanco genérico, que se hace con las peores uvas, pero también hay vinos varietales”, detalló el ministro de Agroindustria, Marcelo Costa, mientras agregó, que tampoco es una opción hacer más mosto porque este mercado también está saturado.

En lo que sí han concordado es en las causas de tanta debilidad del mercado: hay menos exportaciones, menos consumo interno y el mosto pelea su posición frente a otros edulcorantes, como el azúcar y el maíz.

Con este escenario planteado, los productores han decidido empezar a buscar apoyos políticos, por lo que este viernes habrá un encuentro en Legislatura para solicitar la mediación de los mismos en el conflicto.

Sin olvidar que sigue en pie la movilización convocada para el 15 de este mes. Además, los intendentes de comunas productoras han mantenido varios encuentros con distintas entidades, ya que sospechan que de complicarse más el panorama, serán los primeros en recibir las quejas, en plena campaña electoral.

El ministro aseguró que seguirán en conversaciones para convencer a los viñateros y los bodegueros de que las medidas tomadas son la mejor opción para enfrentar la difícil situación del sector y, por supuesto, que descartan cualquier sospecha de que todo el paquete esté enfocado en debilitar a la principal industria mendocina y dar paso a la minería.