A pesar del pronóstico, Jorge Millón advirtió que en la próxima temporada estival no habrá margen para derrochar agua.

Con un arrastre de seis temporadas consecutivas de sequía, en el Gobierno provincial cuentan con un dato que invita a festejar: las mediciones níveas hechas en alta cordillera pronostican que entre octubre y septiembre de 2016 habrá un derrame de agua que permitirá abastecer sin problemas toda la demanda y embalsar suficiente volumen para que el recién inaugurado dique Punta Negra genere energía eléctrica por primera vez. De acuerdo a los datos oficiales, se calcula que por el Río San Juan bajarán 1.725 hectómetros cúbicos (hm3), es decir casi el doble que en el último año hídrico.

Si bien se trata de un pronóstico, que no anticipa la salida del estado de sequía en el que se encuentra la provincia, en Casa de Gobierno confían en que no tenga diferencias sustanciales con lo que termine ocurriendo y que el próximo verano sea mucho más aliviado en materia hídrica. En la actual temporada el derrame no alcanzará a llegar a los 900 hm3 y si los cálculos oficiales se cumplen, el principal torrente de San Juan traerá un 93 por ciento más que en el periodo 2015-2016, lo que en términos nominales representa un extra superior a los 825 hm3.

Las estimaciones se hicieron de acuerdo a la nieve que se acumuló en la cordillera en los temporales de julio y agosto y ponen al próximo ciclo hídrico al tope del ránking en lo que va de la sequía, que comenzó en la temporada 2009-1010. Desde que escurren menos de los 2.000 hm3 considerados óptimos, la peor marca fue de 800 hm3 en el periodo 2010-2011 y la mejor se registró en 2013-2014, con 1.070 hm3.
El volumen de 1.725 hm3 vaticinado traería un doble beneficio. Por un lado, se podría atender holgadamente la necesidad de 1.200 hm3 para el consumo humano y el riego de la superficie cultivada de la provincia y por el otro, se embalsarían los más de 500 restantes y se administrarían de manera de tener mayor disponibilidad cuando la sequía vuelva a golpear fuerte.

A su vez, la posibilidad de almacenar esa cantidad de agua en los diques asegura la producción energética de las dos nuevas centrales hidroeléctricas que tiene San Juan. Según el gobernador José Luis Gioja, con el volumen pronosticado es un hecho que "Los Caracoles va a seguir generando como en años anteriores y Punta Negra va empezar a generar".

Se sabe que el pico de derrame se da entre diciembre y enero, los meses con temperaturas más elevadas, y sería ahí que Punta Negra podría alcanzar el nivel que necesita para poner a andar las turbinas. Pero, por el momento, no hay precisiones de qué porcentaje de su capacidad total ocuparía ni durante cuánto tiempo generaría.

Hay algunos datos que despiertan más expectativa todavía, aunque hay mesura oficial. Para este fin de semana se anticipa otro temporal en alta cordillera y eso podría acumular más nieve e implicaría que el pronóstico de escurrimiento sea mayor. Además, se espera un verano con muchas lluvias, lo que haría descender la demanda de riego y que quede más agua para embalsar.

El pronóstico trae esperanza para el turismo. El titular del Departamento de Hidráulica, Jorge Millón, sostuvo que hay algunos balnearios del dique de Ullum que "relativamente se podrían recuperar". La crisis hídrica hizo que el espejo de agua se achicara, los clubes casi que no tienen actividad playera y la afluencia de público se redujo una enormidad en comparación a la de antes de 2009. La cota del embalse ullunero está hoy en 757 metros sobre el nivel del mar y según el funcionario, podría llegar a 763 o 764.