"Entiendo que el pago de facturas es un buen servicio, pero las agencias tenemos problemas con eso porque interfiere demasiado con el trabajo real de la agencia que es el juego. Nosotros tuvimos que reducir el horario de cobro a dos horas en la mañana y dos en la tarde", dijo Carlos Adarvez, de la agencia del mismo nombre. Luego explicó que la ganancia que queda para el agenciero por este servicio es "ínfima" y no alcanza para cubrir los gastos, aunque el cobro de servicios es voluntario, no obligatorio.
La queja es generalizada, por eso mañana se realizará una asamblea general de la Cámara de Loterías y Afines, abierta a todos los socios, para plantear este problema principalmente, y buscar soluciones.
El conflicto se desató a partir del aumento explosivo de gente que va a las agencias a pagar sus facturas de servicios, que en los dos últimos años se incrementó un 252%, según datos de la Caja de Acción Social, que maneja la quiniela en la provincia (ver página 3).
Daniel Jover -de la agencia que lleva su nombre- aseguró que "uno quiere brindar el servicio a la gente, pero no queda nada para el agenciero". En este negocio también tuvieron que reducir el cobro que se realiza solamente de lunes a jueves.
En la agencia Vargas sólo están cobrando servicios durante una hora y media por día porque la tarea se llegó a complicar demasiado con el objetivo del negocio, la quiniela.
Pero además los agencieros agregaron la inseguridad y muchos ya no quieren cobrar servicios por temor al robo. "A mí ya me visitaron los amigos de lo ajeno varias veces, creo que no estamos en la mejor situación para manejar ese dinero", dijo el agenciero de La Negra.
Rubén Carrión, presidente de la Cámara, dijo que en la asamblea de mañana "vamos a escuchar todos los planteos e ideas de los agencieros, queremos mejorar en todos aspecto pero esto del cobro se agranda cada vez más y nos preocupa sobre todo el tema de la seguridad y el margen que deja", dijo. Luego agregó, "no olvidemos que nuestra actividad es el juego, no podemos distraer tiempo ni máquinas, nosotros vamos a defender la actividad que es nuestro negocio y es lo que nos reditúa".
Consultado al respecto, el presidente de la Caja de Acción Social, Guillermo Ruiz Alvarez, señaló que el cobro de facturas es voluntario, que se trata de un servicio y que se había consensuado con los agencieros antes de ponerlo en práctica. "Seguro que los márgenes no son los mismos que tienen con la quiniela, pero no hay que olvidar que esto es un servicio que también atrae más jugadores a las agencias", destacó Ruiz Alvarez.
En el año 2003 la Caja realizó un convenio para adherir al sistema Lotipago y ese año se comenzó cobrando boletas de OSSE, Energía San Juan y Ecogas. En el 2007 se realiza un convenio con la empresa Rapipago gracias al cual se comenzaron a cobrar en las agencias de quiniela casi todas las facturas por servicios e impuestos.
El sistema es posible porque las agencias oficiales tienen una terminal electrónica para el juego de la quiniela que permite, a través de un lector de código de barras, tomar el pago on line en el mismo momento que se realiza. Luego ese dinero va a las respectivas cuentas de la factura en cuestión.

