¡Recuerden que son vinos de alta gama…! ¿La decana ofrece más?, ¡bien la decana!, pujaba anoche el joven estudiante, haciendo sus primeras armas como martillero público. Y al final arrancó el aplauso cuando logró bajar el martillo por $170 a un lote de 6 vinos cuya base era de $90.
La puja al alza por un buen vino no tiene demasiada tradición en nuestra provincia, pero por segundo año consecutivo anoche la Universidad Católica instaló la experiencia en el marco de la Evaluación de Vinos de San Juan (Evisan). Bueno para los 12 estudiantes avanzados de la carrera que adquieren experiencia en una subasta en serio y también para las bodegas cuyos nombres, variedades y años resuenan varias veces en los oídos de público, en los intentos -a veces muy bien logrados- por rentabilizar a niveles insospechados sus botellas. Y mejor para Cáritas, la organización de caridad de la iglesia Católica, a quien se donará totalmente lo obtenido en el remate, inclusive el 10% de los martilleros matriculados -4 en total- que acompañaron a los alumnos por ser los únicos autorizados por ley a bajar el martillo.
Así se remataron anoche en San Juan por más de dos horas un total de 144 vinos de media y alta gama, donados por 15 de las principales bodegas locales, todas participantes en la evaluación de la añada que hoy concluye con la degustación dirigida (ver página 5). La donación este año triplicó a las 40 botellas rematadas en la primera experiencia el año pasado.
Anoche se remataron 24 lotes en total, con una base que arrancó en los 90 pesos "más accesible que el año pasado, lo que permitió participar a más público", festejó Guillermo Mercado, asesor enológico de la subasta.
Las bodegas que colaboraron son Casa Montes, Graffigna, San Juan de Cuyo, Finca Las Moras, Callia, La Guarda, Viñas de Segisa, Augusto Pulenta, Las Marianas, Merced del Estero, Don Doménico, San Juan de la Frontera, Aguma, Borbore y Jorge Pérez vino de autor.
A las 10 de la noche -al cierre de esta edición- se había subastado un tercio de los lotes, la mayoría por encima de las bases cotizadas; y los organizadores de la UCC calculaban superar ampliamente los $ 3.000 obtenidos en el remate 2008.
La incógnita era a cuánto se iba a rematar la estrella de la noche, el último lote: una caja de madera con la colección completa de Mora Negra, desde el 2002 y hasta el 2007, este último aun sin salir a la venta al público. La base para este lote se había fijado en nada menos que 600 pesos.