La provincia de San Juan no adherirá al "Banco de Vinos", la herramienta que busca poner en marcha el gobierno mendocino para estabilizar los excedentes vínicos y los precios del mercado, y la decisión generó opiniones divididas en el sector privado. Un par de entidades viñateras y una bodeguera apoyó la decisión local, pero otra entidad de productores y la cámara que reúne a las bodegas trasladistas lamentaron que no se haya adherido a la iniciativa.

Esta semana el gobernador mendocino Rodolfo Suárez anunció el envío del proyecto de ley a esa legislatura para la creación de un Banco de Vinos. En marzo pasado, su ministro de Economía y Energía, Enrique Vaquié, vino a San Juan, se reunió con el Ministro de Producción, Andrés Díaz Cano; y le propuso incorporar a esta provincia en ese proyecto de estabilización de stocks (ver claves), para darle sostenibilidad y previsibilidad a la industria vitivinícola y a su cadena de valor. La idea es que cuando haya excedentes vínicos (en épocas de abundantes cosechas por ejemplo), los actores de la cadena puedan colocar los vinos como en el plazo fijo de un banco, con lo cual quedan bloqueados por un tiempo sin presionar el stock técnico y por lo tanto, al secar la plaza se logran elevar los precios. No se conocía qué rumbo iba a tomar la provincia, hasta que ayer finalmente Díaz Cano informó que se resolvió no instrumentarlo en San Juan por dos razones: primero, porque consideran que el problema de sobrestock vínico lo tiene solamente Mendoza que no diversifica tanto su vitivinicultura; y segundo, porque el gobierno supone que es mejor apoyar con líneas de financiamiento al sector. ""Por ahora, y debido a la situación en la que estamos; creemos que es preferible seguir apoyando al productor como lo venimos haciendo, con distintos créditos a tasas bajas. Y hay que tener en cuenta que el sobrestock está en Mendoza", dijo el ministro. Al momento de tomar la decisión, el gobierno analizó la realidad de ambas provincias productoras. En Mendoza, el 85% de la uva cosechada va a la elaboración de vinos. En San Juan, el 54% se hace mosto, entre un 4% o 6% se destina a pasas y uva en fresco y sólo un 40% o 42% de lo cosechado va a elaboración de vinos. Por eso los excedentes vínicos se generan siempre en la provincia vecina, y terminan impactando en todo el sector con bajas de precios.

Dos entidades de productores celebraron la decisión oficial. Juan José Ramos, desde la Asociación de Viñateros Independientes reiteró que lo único que impulsan ellos para cuando hay sobrestock es correr la fecha de liberación. Asimismo, Eduardo Garcés, de la Federación de Viñateros, dijo que le parece bien que el gobierno local no se sume, porque la entidad sospecha que el Banco de Vinos será un instrumento que sólo podrán manejar las grandes bodegas para perjudicar al viñatero. "Tendrán el vino guardado y cuando quieran que baje el precio del mercado lo sacan todo junto", opinó. Mario Pulenta, presidente de la Cámara de Bodegueros, también apoyó la decisión provincial. ""Creo que en este momento es preferible lo que propone el gobierno y trabajar además en promoción de los vinos de San Juan, es decir; actuar sobre la demanda", indicó. Hay otros grupos que veían con buenos ojos la iniciativa mendocina. Ángel Leotta, presidente de la Cámara Vitivinícola, que reúne a las bodegas trasladistas, dijo que el sector lo había charlado y tenía expectativas. ""Si iba a ser para regular los volúmenes vínicos que pueden sobrar en algún momento era bueno", dijo al ser consultado. Agregó que lo ven como una herramienta más "que si llega a dar resultado en Mendoza, obviamente nos interesaría". Pablo Martín, referente de la Cámara de Producción, Empaque y Comercio de Pocito (CPEC) dijo que la propuesta "se veía interesante" siempre y cuando se hiciera en las dos provincias, y lamentó que ambos gobiernos no se pongan de acuerdo para unificar las políticas del sector vitivinícola. ""Mendoza maneja el 80% de del país entonces creo que vamos a correr con desventaja", dijo.

CLAVES: Cómo es el proyecto

El objetivo

La herramienta será utilizada para darle equilibrio al mercado cuando haya excedente o faltante de stock. El objetivo es implementar un sistema que permita la acumulación de vino cuando sobre, y se libere cuando falte.

El mecanismo

Remunerará con un estímulo financiero (interés) a los tenedores de vinos que definan autobloquear sus caldos por el monto y el periodo que se definan en el programa trimestral (como un plazo fijo). 

Liberación

Se producirá la liberación de los vinos autobloqueados cuando lo requiera el programa trimestral, en los periodos de escasez de vinos y otros productos vitivinícolas. Se apoyara también la exportación de los mismos.