La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) publicó este domingo su informe mensual sobre la brecha de valores que hay entre el campo y las góndolas y precisó que la misma se ubicó en 4,75 veces en febrero.

En el informe se ve que disminuyó la brecha entre estos valores en muchos casos, pero en otros sigue siendo preocupante. Por ejemplo, el precio de un kilo de mandarinas se multiplica por 19 entre que sale del campo y llega a las góndolas, lo que afecta severamente la rentabilidad del citricultor y daña el bolsillo del consumidor.

La nueva diferencia entre el precio que recibe el productor y el que paga el consumidor significó una mejora mensual de 4,3 por ciento frente a enero (cuando la brecha fue de 4,96 veces) aunque igualmente se encuentra en niveles muy elevados para una gran cantidad de alimentos. 

Lo que explica la reducción de la diferencia fue la mejora en las disparidades de la manzana, la naranja, pera, acelga y ajo, donde se combinaron progresos en los valores al productor con caídas en los importes al público.

Los datos surgen del Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD) elaborado por el Área de Economías Regionales de CAME para una canasta de 25 alimentos agrícolas-ganaderos que se consumen en fresco. Para elaborar el indicador se tomaron montos diarios online de los principales supermercados del país y más de 200 precios de verdulerías y mercados para cada producto.

La participación del productor en el importe de góndola subió por quinto mes consecutivo al ubicarse 3% por encima de enero; para el promedio de los alimentos, el agricultor recibió el 27,9% del precio que pagó el consumidor (vs 27,1% en enero).

Los productos agrícolas con mayores brechas de montos en el mes fueron: la mandarina, con una brecha de 19,42 veces; la pera con una distorsión de 8,33 veces; y la manzana, con 7,65 veces. En tanto los alimentos donde menos se multiplicaron los valores desde que salieron del campo fueron la Papa con una disparidad de 1,86 veces, y la Zanahoria 1,91 veces.