Como las partes no llegaron a un acuerdo, y para no perder los créditos blandos que tiene para ofrecer al sector productivo, el Gobierno estudia contra reloj implementar unilateralmente otras alternativas para ayudar a los pequeños productores en la vendimia. El plan es anunciarlas el lunes o martes próximo. Mientras se analizan cuáles herramientas serán, quedó claro que el precio del kilo de uva arrancará en $6,50 y se irá ajustando a medida que se defina el mercado.

En tanto las bodegas, que ayer no garantizaron ese precio base, corren peligro de perder los créditos a tasa de un dígito que le ofrece la provincia. Los productores creen que el gobierno intentará avanzar con acuerdos individuales con las bodegas, por fuera de las cámaras. Ese fue el resultado ayer del cuarto encuentro de la Mesa de Consenso Vitivinícola que viene reuniendo a la Cámara de Bodegueros y Cámara Vitivinícola, y las entidades viñateras, en conjunto con el Ministerio de Producción, para definir una ayuda para afrontar la vendimia y mejorar la posición de la cadena vitivinícola local frente a la posición dominante que ostentan las grandes productoras nacionales de vinos y mostos.

""No se cerró nada, seguimos dialogando" dijo el ministro de Producción, Andrés Díaz Cano, ayer al finalizar el encuentro. Explicó que las entidades viñateras decidieron apoyar el acuerdo impulsado por el Gobierno para destrabar los créditos a tasa cero, con un precio base que se vaya actualizando al ritmo que lo defina el mercado. Pero el problema ahora son los bodegueros que consideran alto el valor de $6,50, incluso propusieron ayer bajarlo a $6.

Díaz Cano no dio detalles de las opciones que se barajan en caso de que la industria no deponga su postura, pero para llevar tranquilidad al sector primario anticipó escuetamente que ""tenemos varias alternativas para apoyar a los pequeños productores". El plan oficial inicial era dar ayuda financiera a tasa blanda, siempre que se acuerde un precio base para la uva. Aunque las entidades viñateras rechazan ese valor, ayer se ablandaron la mayoría de las posturas de las principales entidades de productores. Eduardo Garcés, desde la Federación viñatera, dijo que "el precio de $6,50 no me convence, pero estoy de acuerdo en que se destraben los fondos" y anticipó que recomendará a sus asociados ""que se sumen al acuerdo oficial y que hagan la mayor cantidad posible de uva a maquila, ya sea vino o mosto; cuyos precios tenderán a subir". Ruben Gómez, desde la AVI, señaló que ""lo vamos a apoyar al Gobierno no desalentando el plan ideado, aunque hubiéramos aspirado a más precio", pero añadió que debe ir acompañado de un combo de medidas tales como exigir que el vino tinto se haga 100% con uva tinta, que haya control de los varietales y que se corra la fecha de liberación al 31 de agosto de 2020. Pablo Martín, desde la Mesa Vitícola, agradeció "todo el esfuerzo económico y humano del Gobierno", dijo que no van a avalar institucionalmente un acuerdo a ese precio, ""pero dejamos en libertad a los asociados con la expectativa de que este precio base mejore a medida que transcurra la cosecha".

Precio de la uva

6,50

es el valor de referencia con que arrancaría este año el kilo de uva común, con expectativas de que suba más adelante.

Interés en el mosto

Desde la Mesa Vitícola viñatera dijeron que están interesados en avanzar en la conformación de un ""pool" de uvas con al menos dos bodegas sanjuaninas que han manifestado la intención de pagar $7 por kilo de uva para la elaboración de mostos con destino a la exportación.