Las buenas perspectivas que tenían los ajeros a principios de temporada se han terminado opacando al momento de cerrar los primeros contratos de ventas al exterior, debido a que la cosecha se resintió y se levantó un 10% menos de ajos que el año pasado y al menos otro 30% de la producción tendrá que ser vendida como ajo de segunda calidad, por los problemas de bajo tamaño y sanidad que presentan los bulbos, según referentes del sector. Los detonantes fueron la falta de agua para riego, el daño que provocó el viento Zonda en el mes de noviembre y la remató una seguidilla de lluvias que encontró al ajo cortado en el campo.

Si bien la comercialización recién empieza, hay valores base que están un 25% por debajo de los precios de la última campaña -2009/2010-: Un ajo de primera se vende hasta 2 dólares el kilo, mientras que uno de segunda -que va para molienda industrial y su principal destino es el mercado brasileño- no supera los 0,90 dólares. Así y todo, los precios están mejor que la campaña 2008-2009, donde el kilo de ajo grande alcanzó como valor máximo 1,40 dólares. Pero ahora no sólo que los valores de comercialización son sensiblemente más bajos, sino que son pocos los contratos que se cerraron a esta altura del partido, cuando ya pasó un mes que se cortó el ajo en las fincas del Gran San Juan y 20 días en las zonas más altas.

"En noviembre tuvimos dos domingos mortales. Primero un viento Zonda muy fuerte y al otro domingo una lluvia que caía a baldazos. Es decir que en 7 días tuvimos dos problemas climáticos que fueron fatales para la planta. Porque el Zonda quiebra el calibre del bulbo -frena el crecimiento de la cabeza- y la lluvia cuando es en cantidad lo mancha, y es un ajo que el cliente lo evita y eso nos genera muchísimos problemas para comercializarlo y debemos destinarlo a rubros con mucho menos rentabilidad como lo es el sector industrial”, explicó Alfredo Figueroa, presidente de la Cámara de Productores de Ajo.

En la temporada 2009-2010 se sembraron en la provincia 1.900 hectáreas con ajo, mientras que en la 2010-2011 se alcanzaron las 1.700 hectáreas, que en gran parte la baja en la superficie cultivada se entiende porque los productores estuvieron prevenidos de que iba a ser una campaña donde el "factor agua" iba a ser determinante para obtener buenos rindes y sembraron un poco menos, fenómeno que se puede repetir en la próxima siembra, según adelantaron los principales referentes del sector. (ver recuadro)

El sector ajero sanjuanino venía con el envión que dejó la última temporada y que reportó los mejores precios de los últimos 20 años, en donde el ajo de mayor calibre -entre 6 y 7- se vendió al exterior con un valor base de 28 dólares el cajón de 10 kilos, mientras que el mediano rondó los 26 dólares y el más chico llegó a los 24 dólares. Esas cifras fueron un 300% mejores que las de 2009, que tuvo ganancias que apenas cubrieron los costos de los ajeros.

"Notamos claramente que no están siendo los pedidos de otros años. Los mercados están muy, pero muy paraditos, diría que prácticamente inmóviles a comparación de lo que sucedía otras temporadas. Los precios en los mercados de Europa y los Estados Unidos están con valores normales pero a esta altura los pedidos son muy poquitos y no sabemos si son maniobras de algunos compradores, porque a esta altura ya debería haber un buen flujo de pedidos y todavía hay mucho stock a la venta. Muchos están entregando ajo sin precio, hoy no hay valor real”, contó Figueroa. "Un cajón de ajo de primera no pasa los 20 dólares si uno lo quiere colocar ahora en Europa, tal vez se llegue a estirar un poco más de ese valor pero no mucho. Además la mayoría del ajo que hay es de calibre 4 y 5 -chico- que no es una buena carta de presentación para esos mercados que nos exigen la máxima calidad posible”, contó un agricultor de la zona de Pocito que ya levantó el ajo de unas 40 hectáreas.