Mutuales y entidades crediticias, en jaque
Los jubilados sanjuaninos tienen menos lugares para ir a conseguir un crédito: todas las entidades crediticias que otorgaban préstamos a los abuelos bajo la modalidad de código de descuentos, han dejado de hacerlo a partir de que la Nación les ha impuesto un límite al costo que deben cobrar. Se calcula que en San Juan superan las 40 entidades, según fuentes del sector. Ahora éstas no pueden cargar un costo financiero total superior en 5 puntos al de los préstamos que otorga el Banco Nación a los jubilados. En el Nación el más caro es del 21% nominal anual según dijo el gerente local, Roberto Rosso; y las entidades crediticias estaban cobrando tasas por encima del 80 y 100%. ‘Un préstamo de $1.000 se devuelve en 12 cuotas de casi 170 pesos, y hay que pagar el sellado aparte que es de $30 o $40’, explicó la jubilada Margarita Pacheco, que tomó un préstamo en la cooperativa de la Policía. Por la diferencia entre un costo y otro, las entidades dicen que no podrán seguir otorgando créditos porque no les dan los costos. El tope es para mutuales, cooperativas, círculos y bancos pero también afectó a financieras tales como Opción que comercializaban este tipo de créditos bajo comisiones. ‘Estamos a la espera de que vuelva a estar activa esta operatoria, pero ahora nos sustentamos con nuestra propia línea, el crédito de la casa, que no opera bajo el código de descuento’, explicaron desde esa financiera. En cambio en las mutuales, donde el 90% de los créditos los tomaban los jubilados, hay preocupación porque dicen que la norma es de imposible cumplimiento, porque, según ellos, son los bancos los responsables de los costos, al prestarles dinero a las mutuales a tasas del 60% anual. Además, rechazan que se incluya la cuota social en el costo total de los préstamos. ‘Aquí la cuota social es de $89, pero damos más de 40 especialidades con cobertura al 100% en salud, además de peluquería, biblioteca y becas. Es imposible llegar a estos valores con la cuota social incluida’, dijo Mario Alfredo Rosales, delegado de Mutual Protección Familiar.
