La falta de lluvias que haga crecer las pasturas en los campos y el consecuente elevado precio de los fardos. Y la plaga de pumas que asesinan al ganado sanjuanino -principalmente en Valle Fértil-, son las dos causas que están poniendo en jaque a este sector de la economía local que ya perdió más de 20 mil cabezas -entre caprino, bovino y ovino-, lo que representa una baja en el plantel ganadero local del 17,64% en el último año y medio, según se desprende de un relevamiento hecho por DIARIO DE CUYO. Este escenario desfavorable, obligó a la Dirección de Desarrollo Pecuario de la provincia a reunirse con los productores y así poder elevar a la Nación un petitorio para que en San Juan se declare la "Emergencia Ganadera" o "Desastre Ganadero", lo que implicaría que la provincia reciba subsidios -fondos no reembolsables- para distribuir entre los productores afectados. (ver recuadro)

"Tengo ganado caprino y algunos vacunos. En el Valle no hubo lluvias, nosotros no tenemos un sistema de suministro de agua y dependemos exclusivamente de las lluvias, y sin pasturas y sin el llenado de las represas, los animales se mueren y hay que venderlos flacos. Hay gente que perdió más del 50% de su plantel de animales, necesitamos que se subsidie el pasto de alfalfa y alguna ayuda con el agua, que se le lleve agua a los puestos”, explicó Rolando Olivares, productor vallisto. Claro que no es el único enemigo del ganado la sequía, sino que además la proliferación de pumas en Valle Fértil provocó aún más preocupación a la realidad del departamento del noreste sanjuanino. Se estima que de las 6.000 cabezas que se perdieron en ese lugar, el 70% fue por los ataques de pumas, que gozan del amparo de una legislación que prohíbe su caza.

Situación casi idéntica se presenta en Sarmiento, de acuerdo a lo que comentó el productor Eduardo Primo Segovia: "El proceso de la falta de comida influye en el animal cuando está preñado. La cabra tiene un sistema natural, donde se defiende a si misma y si está flaca, ella expulsa su feto y mal pare por falta de alimentos. Así se venden chivatos jóvenes y de bajo peso, porque no hay comida para el engorde. Pero también tenemos al puma, que ataca y mata sin piedad”, precisó.

En San Juan, 5 departamentos son los que ostentan un desarrollo ganadero firme -25 de Mayo, Valle Fértil, Sarmiento, Jáchal e Iglesia- aunque todavía carente de buena genética e infraestructura -principalmente un frigorífico en buenas condiciones sanitarias- que les permita trascender las fronteras de la provincia. En este sentido, la sequía viene a ensombrecer el desarrollo ganadero local, porque queda de manifiesto que el acceso de los productores a fardos de alfalfa para alimentar a sus animales es -al menos- complicado por su precio y así prácticamente la única alternativa que tienen entre manos es depender de las lluvias que hagan crecer los forrajes en los campos. Al mismo tiempo y como es sabido, no es bueno para preservar la calidad de los animales, que caminen un trayecto largo hasta poder abastecerse de agua o comida, porque su carne -se endurece- deja de ser de las preferidas por los compradores.

"Comprar el fardo es muy caro, y nos vemos obligados a que coman menos. En mi caso que soy tambero, los números no me cierran, porque necesito pasto o maíz. Pero menos comen y menos leche producen. Hace unos 2 años tenía 45 vacas y ahora me quedé con 16, no las puedo mantener si son muchas”, comentó resignado el rawsino Augusto Salguero. Un fardo de pasto cuesta unos 20 pesos y se necesitan entre 8 y 9 para alimentar a unos 100 animales, y a eso se le suman el afrecho o maíz.