Buenos Aires, 17 de abril.- Cuatro años después de que la presidenta Cristina Kirchner enviara al Congreso un proyecto de ley para ampliar los derechos de las trabajadoras domésticas , que se convirtió en la ley N° 26.844 el año pasado, se reglamentaron ayer, parcialmente, algunos puntos de la ley a través del decreto 467/14, publicado en el Boletín Oficial. La obligación de los empleadores de contratar una ART para cubrir los riesgos de trabajo del personal doméstico y de pagar los haberes a través de una cuenta bancaria es el cambio que promete despertar más polémica.

El anterior Estatuto del Servicio Doméstico se regía por un decreto/ley de 1956. La Cámara de Diputados aprobó el 13 de marzo del año pasado la nueva ley. El contexto no era el más auspicioso: según informó la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) durante el tratamiento del proyecto en el Congreso, desde que el Gobierno anunció su envío se perdieron 30.000 puestos de trabajo en blanco en el sector del servicio doméstico.

La posibilidad de que aumentaran los costos laborales influyó en la decisión de miles de empleadores particulares. Casi la mitad del millón de empleadas domésticas que trabajan en la actualidad no están registradas.

Una de las novedades es que todas las empleadas, no sólo aquellas que están en relación de dependencia, deben estar registradas. "Esto implicó un cambio importante con respecto al régimen anterior, que establecía que no estaban comprendidos por el estatuto de servicio doméstico quienes prestaban servicios por un tiempo inferior a un mes, trabajaran menos de cuatro horas por día o menos de cuatro días a la semana", aclaran Esteban Sojo y Federico Ballotta Urruty, del estudio M&A Abogados.