El título parece una broma pero no lo es. Hay algo nuevo en el mundo que revoluciona la forma de tomar vino. Y sobre todo para la venta en copas. ¿Cuántas veces uno se privó de pedir vino en un restaurant, restó, bar, patio de comidas, etc., porque era el único que deseaba beber vino pero pedir una botella era mucho? Cientos de veces. Tal vez con una copa se satisface el deseo. ¿Qué falta para que los negocios en nuestro país ofrezcan vinos en copas? ¿Qué falta para que las bodegas tratan de imponer con el sector gastronómico una estratégica al respecto? ¿Se están dando cuentas que cada día pierden consumidores de vinos que se vuelcan a la cerveza, aguas saborizadas y jugos porque vienen en recipientes más chicos? ¿Qué espera San Juan para imponer esta moda? Es cierto que hay que exportar vino para ganar dólares, pero descuidar el mercado interno me parece una gran irresponsabilidad de la industria vitivinícola, que al parecer si no se hace nada, perderá consumidores de manera grave en un año más. Y de eso no se vuelve. Volver a recuperar lo perdido es muy difícil.

Voy al grano con la nota. Hay un dispositivo llamado Coravin que permite tomar una copa de vino y conservar el vino en la botella con su corcho original sin que llegue a oxidarse porque el que quede continuará desarrollándose de forma natural, ya que no permite que entre en contacto con el oxígeno. Tecnovino, uno de los portales vitivinícolas del mundo, lo presentó hace más de un año, tiene un funcionamiento muy sencillo: el aparato inserta una aguja de acero inoxidable revestida de teflón y con un diámetro muy reducido a través del corcho, y, una vez dentro, inocula gas argón en su interior, presurizando el vino. Esto permite, por un lado, extraer el vino de la botella, y por el otro, prevenir su oxidación. Este sistema permite pasar del consumo completo de una botella al consumo en pequeñas dosis. Para los amantes del vino, el método Coravin permite acceder a muchas botellas distintas sin necesidad de consumir de forma completa cada una de ellas. De este modo, se puede repetir la misma cata en momentos posteriores sin que el vino pierda un ápice de su sabor. Para restaurantes y bares, Coravin permite ampliar la carta de vinos y mantener aquellas botellas que no han sido consumidas en su totalidad.


Según su creador, es ideal tanto para particulares como para empresas. En este último caso, restaurantes, bares o tiendas especializadas, podrán ofrecer una copa de vino sin temor a que se estropee, realizar degustaciones y catas verticales que facilitarán saber si el vino evoluciona correctamente, aprovechar mejor cada botella, comparar y contrastar diferentes vinos, utilizarlo como medio de promoción ofreciendo un sorbo antes de la venta. El sistema Coravin fue creado por el ingeniero del MIT estadounidense Greg Lambrecht, que unió su pasión por los vinos a su conocimiento de la tecnología de las agujas médicas. Esta experiencia se sumó al hecho de que su mujer se quedó embarazada (no podía consumir). Quiso seguir disfrutando de una o dos copas de vino pero sin desperdiciar el resto del contenido, lo que le empujó a crear un sistema que le permitiera a él solo poder consumir vino en pequeñas cantidades sin que el remanente en la botella perdiera ninguna de sus propiedades a causa de la oxigenación. Tras una década de investigación, en 2013 creó Coravin. Desde su lanzamiento, el producto está presente de forma directa en Estados Unidos, y más recientemente en Reino Unido, Italia, Francia, Alemania, y también España.
 

Sin retirar ni la cápsula ni el corcho, el dispositivo se coloca sobre la cápsula y el sistema hidráulico acciona una aguja delgada que se inserta por el corcho para extraer el vino, entonces la botella se presuriza con argón, un gas incoloro e inerte que se encuentra en el aire que respiramos con una reactividad química muy baja. Una vez que la botella ha sido presurizada, se vuelca accionando una palanca de liberación de forma que el vino fluye por la aguja. Al finalizar, basta con quitar el sistema Coravin y el corcho se resella y el vino sobrante nunca entra en contacto con el oxígeno, por lo que no hay proceso de degradación.

El precio que dan en la web de Coravin está entre 279 y 299 dólares (210-225 euros). El precio base incluye sólo el dispositivo y el más caro incluye el sistema y dos cápsulas de argón.

Recientemente la compañía ha lanzado un tapón de rosca que permite utilizar su innovador sistema de apertura y conservación de vino en las botellas que presentan este tipo de cierres.

El conocido dispositivo para extraer el vino sin descorchar la botella amplía su portfolio de productos con el lanzamiento de un nuevo tapón de rosca que permite utilizar el sistema Coravin también en este tipo de botellas. Este tapón se encuentra disponible en dos tamaños, estándar y grande, y gracias a su diseño, que combina silicona de autosellado y un tapón premium, el ajuste con la botella es perfecto.

El precio del pack de tapones de rosca Coravin es de 29,95 euros e incluye 6 unidades (cuatro tapones de tamaño estándar y dos grandes) El nuevo invento de Coravin amplía la posibilidad de disfrutar del vino por copas a los vinos de tapón de rosca y cubre una demanda que ya existía puesto que muchos vinos de calidad utilizan este tipo de cierres.