En los meses de junio y julio estuvo en vilo la estabilidad de los 340 trabajadores -incluso el conflicto llegó a la Subsecretaría de Trabajo- que están empleados directamente a Electrometalúrgica Andina, y que recién se hicieron de tranquilidad cuando la Justicia Federal hizo lugar a un recurso de amparo presentado por la empresa para que la exima de pagar los sobrecostos en la tarifa de electricidad. Tras 20 días de la medida, la actividad en la EMA empezó a normalizarse: 3 de los 6 hornos ya se encendieron -habitualmente funcionaban 4- y el personal volvió a la fábrica, excepto 12 empleados que iniciaron el trámite jubilatorio con la idea de ’’oxigenar’’ una planta permanente que -a decir de los directivos y del mismo sindicato- está excedida en un 10%, es decir que debería ser de unas 300 personas.

‘’Entendemos que se salió airoso de una situación que era apremiante, realmente muy complicada. No se despidió ni se suspendió a ningún trabajador pero no nos olvidemos que la solución de fondo, que pasa porque el costo de la energía se equipare con el de la competencia, aún no apareció y la medida cautelar es por 90 días y ya pasaron más de 20’’, dijo el secretario general del Sindicato Obrero Químico, José Gordillo. Es que la medida dictada por el titular del Juzgado Federal 2, Leopoldo Rago Gallo, es sólo por 3 meses pero según manifestó en su oportunidad el abogado de la firma, Oscar Cuadros, puede extenderse.

Desde el 1 de agosto a esta parte, primero se puso a andar el horno 6 (el más chico de los seis que dispone la fábrica de carburo), luego el 5 y por último el 2. En la medida que se encendían se fue incorporando al personal, y para los que aún no tienen una tarea específica en los hornos se los organizó en un ‘’equipo de mantenimiento’’. Casi a la par, se les informó a 12 empleados que estaban en condiciones de jubilarse que debían sí o sí abocarse al régimen provisional, que en este caso por tratarse de un trabajo insalubre tiene dos variantes que actúan de disparador: tener 25 años de servicio y 50 años de edad; o 30 años de servicio y 55 de edad. ‘’Lo que se trata es de ver la forma de optimizar el recurso humano sin que se pierdan puestos de trabajo’’, apuntó Gordillo.

¿Y LA SOLUCIÓN DE FONDO?:

Desde que el presidente de la EMA, Roberto Carmona, hizo público el problema que enfrentaba la empresa en el Ministerio de Infraestructura de la provincia tomaron nota y junto a la firma recopilaron la información necesaria para llevarla a los escritorios del Ministerio de Planificación Federal de la Nación. A casi 2 meses de iniciadas las gestiones aún la respuesta no llegó y por ahora todo está atado a la medida cautelar. El problema radica en que Electrometalúrgica Andina por ser un gran consumidor eléctrico (cliente GUMA) afronta desde el año 2003 un sobrecosto por el precio de la energía que va entre el 35% y 57,3% del valor total de la factura, que por ejemplo el año pasado alcanzó los $26 millones. Ahora bien, su inmediata competidora, la mendocina Globe Metales, está exenta del pago de esos costos y esa disparidad deja a la firma sanjuanina ‘’fuera de juego’’, explicaron desde la EMA.