Adriana Polizzotto (32) es guía turística, pero desde hace unos años dedica una buena parte del año a elaborar y comercializar dulces y mermeladas distintos, donde la materia prima es la uva. Uno de sus productos top es el denominado pan de uva, una novedad que justamente dio el nombre al negocio.

Se trata de un dulce sólido, con textura de dulce de batata o membrillo, que viene presentado en un pote de 500 gramos y que combina de maravillas con los quesos. Tiene solamente un 30% de agregado de azúcar, porque el 70% restante es el propio de la uva. ‘’Uvapan es mi marca registrada y la receta la inscribí bajo mi propiedad intelectual’’, cuenta Adriana que asegura que cada vez que alguien lo prueba exclama ‘’el sabor de la abuela!’’, recordando las viejas recetas del arrope de la región. Y justamente esa fue la aspiración de la joven, el anhelo de generar un negocio a partir de la tradición familiar. ‘’Vivi unos años en Italia y de ahí traje la necesidad de rescatar sabores y saberes perdidos de nuestra tierra. La idea es propiciar un producto tipo souvenir y se fundamenta en la valoración de los recursos naturales y culturales de la región, agregando valor a la uva al presentar este fruto en dulces genuinos y saludables’’, contó la emprendedora que agradeció todo lo que aprendió de la cocina primero de su mamá, y después de los cursos sobre dulces y conservas que realizó en la Escuela de Enología.

Los primeros pasos de esta emprendedora comenzaron hace 4 años, y en la actualidad la producción -totalmente artesanal y exclusiva- alcanza las 5.000 unidades que su dueña vende a lo largo del año en su casa, en restaurantes o en las ferias a las que concurre.