La cosecha de la uva para consumo en fresco sin semillas, de exportación, arranca hoy en fincas primicias de Carpintería y Albardón (se extenderá a toda la provincia alrededor del 15 de diciembre) y el tema de preocupación hoy del sector es el costo y disponibilidad de la mano de obra para levantar y embalar los racimos. Por empezar, el costo viene más caro que el 25% de inflación anual que calculan los consultores privados. Esta temporada, la mano de obra para cosechar las uvas para consumo en fresco le costará un 32% más caras al productor: un embalador de racimos, de primera categoría y sin antigüedad, o un cosechador inicial (jornal básico) arranca este año a $142,85 diarios, contra los $108 que se pagaron el año pasado a esta misma fecha, lo que significa que tendrá que pagar por cada trabajador 34,85 pesos más que el año pasado, según el convenio salarial firmado para la cosecha y empaque. Pero ese valor rige sólo hasta el 31 de diciembre, ya que a partir de enero en el sector se sabe que volverá a aumentar, según informaron desde los frigoríficos exportadores locales. ‘Sí, estos valores son hasta el 31 de diciembre, a partir de enero cambia‘, dijo Luis Reynoso desde Expofrut, una de las principales exportadoras de la provincia.

IMPACTO

Teniendo en cuenta que la mano de obra para este tipo de cosecha (que requiere mayor especialización y cuidado en el manipuleo del racimo) representa aproximadamente el 47% de los costos, los incrementos que se producen resultan de un efecto muy fuerte en la economía de una producción en la cual San Juan concentra el 95% de la oferta nacional y se exporta a los mercados de Europa y Estados Unidos. ‘El jornal de cosecha no bajará de 150 pesos, y en algunos casos puede llegar a 180 pesos por día‘, dijo Maximiliano Turcumán, exportador local; refiriéndose a que el piso del jornal aumenta por cada año de antigüedad que tiene el cosechador o embalador. El incremento es del 1% más por año. ‘Pero ante la escasez de personal siempre se termina pagando por encima de la escala salarial, todo depende de la disponibilidad de gente que tengamos‘, agregó Juan Ramos, otro productor sanjuanino. En ese sentido, Reynoso destacó que, como pasa en los últimos años, ‘hay poca gente para trabajar en blanco, la mayoría prefiere hacerlo en negro para no perder o sufrir inconvenientes con el cobro de las asignaciones familiares‘. ‘Afortunadamente en Expofrut el 100% trabaja en blanco‘, agregó su gerente, Emilio Busnelli. La reticencia de beneficiarios de planes sociales se sigue manteniendo a pesar de que el Gobierno anunció el mes pasado que los cosechadores no perderán la asignación.

COSTO VERSUS PRECIO

Frente a este aumento de costos internos, los exportadores están rogando que este año se mantengan y no caigan (por la crisis financiera europea) los precios internacionales de la caja de uva, lo que implicaría otro fuerte golpe a la rentabilidad del sector. El año pasado la caja de 8,2 kilogramos, puesta en Buenos Aires a valor FOB osciló en torno a los 14 o 15 dólares según la calidad. ‘Con los aumentos internos se nos hace difícil exportar‘, explicó Turcumán. ‘Los fletes también han crecido entre 30 y 50 por ciento respecto al año pasado‘, dijo Busnelli, y agregó que frente a esto, los precios internacionales ‘serán un poquito más bajos‘. ‘No será (el precio) como el año pasado, pero al tener más aumentos de costos estamos presionando a nuestros recibidores a mantener el precio del año pasado‘, dijo Busnelli.