Los buenos augurios que sembró el Instituto Nacional de Vitivinicultura el 30 de diciembre último cuando dijo en su primer pronóstico -son tres- que se cosecharía un 17% más que la vendimia pasada empieza a perder fuerza y algunas voces ya se alzaron en San Juan asegurando que "será igual o incluso peor que la última temporada".

En el INV ya se prendió una luz roja y es por eso que se llamó a una conferencia de prensa para el próximo miércoles donde se busca dar antes del segundo pronóstico -correspondiente al 23 de febrero- las poco alentadoras perspectivas que tiene esta vendimia.

El clima hostil es la principal razón de la merma que tendrá esta cosecha: las granizadas en Cochagual y el departamento de 25 de Mayo en San Juan, y las mangas de piedras que azotaron en Mendoza el Valle de Uco, ponen en tela de juicio los números que había estimado el organismo madre de la vitivinicultura para la presente cosecha.

Pero eso no es todo, la otra parte de las malas noticias para los parrales las trajo al calor, que en enero durante jornadas consecutivas superaron los 35º, dato que no es menor y baja el rendimiento de las uvas.

Este último dato en Mendoza los relativizan y consideran que "las altas temperaturas registradas en todo el país, que en ocasiones tocó picos de 40º parece no haber afectado la sanidad de los viñedos".

Héctor Buena, vicepresidente del INV, aseguró que "el clima perjudicó a los parrales y esto se va a desprender en una merma en la cosecha. Tenemos la intención de que el miércoles le hagamos público a los productores cuál es el panorama que, por cierto, no va a ser tan bueno como lo habíamos estimado cuando dimos el primer pronóstico de la temporada".

Una baja en el volumen de cosecha, haría subir el precio de la uva y por ende el valor del vino, pero si las inclemencias climáticas siguen atacando a las viñas inclusos algunos productores ya avizoran cifras cercanas a las del 2009.


La merma en la cosecha


Héctor Buena señaló que "el granizo se llevó unos 35 millones de kilos de uva entre Cochagual y 25 de Mayo", además se le sumó la restricción de agua que tuvieron algunos productores.

Un ejemplo de cómo influye el clima en el peso de las uvas está dado por una ecuación simple: un milímetro menos de diámetro que tiene un grano de uva implica un 15% menos de peso.

En el primer pronóstico -30 de diciembre del 2009- el INV calculó para San Juan 705 millones de kilos de uva, que con la merma que produjo el granizo ya estaría en los 670 millones.

Como era de esperar, la ola de calor -se la considera así cuando supera los 5 días con temperaturas altas- iba a influir directamente en los rindes de los parrales. En este 2010 ya hubo 18 días donde la temperatura máxima supero los 35º y en muchas de esas veces fueron jornadas consecutivas agobiantes para las personas y una bomba de tiempo para las vides.