El paquete de medidas drásticas que decidieron los gobiernos de San Juan y Mendoza el martes pasado para tonificar precios de la uva y el vino (ver aparte) trajo aparejado un respaldo mayoritario en el sector local, pero que también viene acompañado con críticas, sobre todo del sector industrial. Es que algunos ven que no soluciona el problema de fondo, y otros cuestionan no haber sido consultados ante el impacto que las decisiones tendrán en la economía vitivinícola. En el sector viñatero no tienen dudas de que la combinación de bloque de vinos y postergación de la fecha de liberación dará resultados positivos. Juan José Ramos, líder de la Asociación de Viñateros, se mostró conforme con las medidas ‘que hemos venido propiciando’’. Opinó que la inmovilización del 30% de vinos existentes a la fecha ‘’hace que el vino al 1 de enero de 2015 sea bastante escaso’’ y pronosticó que el vino ‘rápidamente subirá entre 4 a 6 pesos’’. De lograr ese valor, indicó que el kilo de uva puede llegar a $2,50; cuando hoy, con un litro de vino a $1,50 la expectativa es de 80 centavos el kilo. ‘’El bloqueo va a dar resultado’’, aseguró Ramos, quien elogió que se haya cambiado ‘’una política de desregulación a una de regulación, porque hasta ahora los grandes monopolios lo que hacían era elegir a quién comprarle y cómo pagarle’’. En la Federación de Viñateros tampoco hay reparos porque junto a Ramos venían pidiendo por este tipo de decisiones. ‘Todas las herramientas que se puedan usar para mejorar el precio están bien, sobre todo a las puertas de la cosecha’’, dijo Alejandro Pons, cara visible de la entidad ante la ausencia de su titular Eduardo Garcés. Otro sector viñatero, el de la Cámara de Productores Vitícolas, que agrupa mayormente a uvas de mesa y pasas; se mostró cauto, pero también hizo una lectura positiva. ‘’Hay que dejar que el agua corra un poco, necesitamos más precisiones de cómo se va a implementar, pero todo lo que sea para mejorar el precio de la uva y el vino y haga crecer el mercado interno es positivo’’, dijo su titular, José ‘Catuco’ Molina, quien agregó que la decisión política va en coincidencia al pedido literal de la Asociación y la Federación de Viñateros’’. ‘No tengo claro que va a pasar cuando se desbloqueen los vinos, porque la realidad es que hay un excedente de uvas todos los años que generan excedentes vínicos, mientras que los excedentes de mosto y uva de mesa son causados por un desfasaje del tipo de cambio’’, dijo y opinó que la inmovilización ‘debe ser por bodega y no por provincia’’.

Dentro del sector industrial, a la Cámara Vitivinícola que agrupa a bodegas trasladistas no cayó bien el anuncio. ‘’Se han sacado medidas sin consultar a todos los interesados, a algunos sí y a otros, no. No pedimos un trato diferencial, pero sí uno igualitario. Nos han discriminado, nos han ninguneado’’, dijo visiblemente enojado su titular, Angel Leotta. ‘’No se que va a pasar con estas medidas’’, dijo al anunciar que la entidad dará a conocer un documento crítico ‘’sobre los verdaderos culpables’ de la crisis de la industria y que pedirán audiencia con el gobernador. El gerente de las bodegas fraccionadoras, Horacio Ripalta, dijo que ‘son medidas bastante complejas y es temprano para saber, para adivinar si van a ayudar o no; son un salvavidas para una situación extrema’’. Pero elogió a los gobernadores por haberlas tomado : ‘esto se arreglaría con medidas más sencillas por parte de la Nación que por razones técnicas bastante incompetentes y dogmáticas tienen sumidas en crisis a las economías regionales’’. Ripalta agregó que ‘’los gobernadores han asumido riesgos que tendría que haber hecho Buenos Aires, han puesto toda la carne al asador, si el asado va a salir blando o duro; no lo sé’’.