En Jáchal, el día no podía estar más radiante y el cielo azul sirvió para dar contraste a los picos apenas nevados en todo el cordón de precordillera. En este escenario ideal, con unos 400 invitados, y obreros trabajando a full en la mina, ayer quedó oficialmente inaugurada la mina de oro Gualcamayo, de Yamana Gold, la segunda a escala industrial de San Juan.

Sin la presencia prometida de la presidenta de la Nación, Cristina Kirchner vía satélite -se dijo que fue por problemas técnicos-, la ceremonia se centró así en los discursos, por momentos encendidos, y otras, emotivos; de funcionarios de gobierno -entre ellos, los de el titular de Planificación, Julio De Vido y del gobernador Gioja- y de autoridades de la minera (ver aparte).

El broche de oro fue cuando las pantallas mostraron, con música de Vangelis, la imagen de la primera colada de oro, que transmitieron en vivo algunos canales locales de la provincia.

Sin embargo, la visita a la mina comenzó bien temprano en la mañana, con un tour organizado para todos los invitados y periodistas. Todo el mundo tuvo que calzarse chalecos verdes y rojos que los identificaban como tales, y también los cascos y gafas especiales.

La primera parada fue en el valle de lixiviación, el área donde se riega la roca triturada con una solución con cianuro para extraerle el oro. Acá lo primero que llamó la atención es que se puede llegar hasta el valle mismo de unas 15 hectáreas y casi se podía pisar la geomembrana que protege el suelo de la sustancia cianurada. Los técnicos explicaron esta parte del proceso y los visitantes, periodistas, empleados de Yamana en Brasil y Canadá y directivos y empleados de empresas contratistas, pudieron hacer preguntas libremente.

En todo el recorrido fueron estrellas las cámaras digitales compactas y todo paisaje fue motivo para posar para un grupo de chicas que aportaron la cuota de glamour con botas de caña alta y hasta con tacos aguja, algo raro en una zona donde los borcegos son obligados para caminar sobre rocas y tierra.


Plena actividad

Sorprendió ver funcionando la cinta transportadora de la roca ya triturada hasta el valle de lixiviación, una línea que se trajo usada de Honduras y tiene 7,5 kilómetros de longitud. La cinta se autosustenta ya que se alimenta de la misma energía que genera su movimiento continuo.

¿Y dónde están los camiones enormes que se pueden ver en Veladero (la primera mina de oro de gran escala de la provincia)? No hay grandes camiones circulando por Gualcamayo. Es que a la mina se ingresa por las últimas etapas del circuito de producción y es recién al final del recorrido y en la parte más alta de la mina, a 2.400 metros sobre el nivel del mar, donde se ven camiones de 40 toneladas de capacidad. Pero además, los cinco camiones que tiene esta mina sólo se mueven muy pocos metros para cargar y descargar en un túnel vertical, donde depositan directamente la roca que viaja 320 metros hacia abajo y luego de una primera trituración pasa directamente a una cinta subterránea. Esa línea la llevará luego directo al proceso de lixiviación. Por eso los grandes camiones no son protagonistas en Gualcamayo. Esta tarea se realiza las 24 horas sin parar y se procesan unas 120.000 toneladas de roca mineralizada por día.

Todas estas características especiales de la mina hicieron que el CEO de Yamana Gold, Peter Marrone, dijera durante el acto que "Gualcamayo es una maravilla de la ingeniería y la innovación. Cuando miramos la mina, su tamaño, su alcance y escala, es monumental".