El EPRE dio a conocer ayer el Plan de Inversiones de Referencia para fortalecer el sistema eléctrico de San Juan. Se trata de la primera parte de lo que será un programa de trabajo a partir de 2026 hasta 2031, además algunos lineamientos para los cinco años posteriores a ese plazo. En la primera fase, que ya inició con la compra de transformadores, están contempladas cinco mejoras, con la ampliación de infraestructura actual y nuevas estaciones transformadoras, entre ellas una móvil. Esta última será clave, ya que es la primera que tiene la provincia de este tipo y permite reconectar rápidamente zonas en un apagón.

El EPRE funciona siguiendo un plan quinquenal, siendo el último que termina este año. Tienen pensado hacer una revisión del quinquenio anterior y también proponer nuevas obras, pensadas también en que la provincia tenga capacidad para el desarrollo minero. Cada una de estas proyecciones se analiza y diagrama en audiencias públicas en las que hay participación de las distribuidoras, actores sociales y el ente regulador. Uno de los puntos más importantes que definen son las obras que serán necesarias “para cubrir las demandas futuras”, explicó Roberto Ferrero, director de la entidad. Además, programarán todas las obras hasta 2031 y quieren dejar objetivos “a largo plazo”, hasta 2036. Lo que presentaron ayer es una primera etapa, pero quedan definir otras mejoras que harán a la red local, que según el funcionario hoy se encuentra sólida.

Una de las mejoras clave es la inversión en la estación transformadora móvil. Se trata de un equipamiento de 132 kV, que se puede “cargar en un camión en caso de una contingencia y llevarlo a donde hace falta”. Así, en caso de que se rompa una ET de gran capacidad, la distribuidora podrá reconectar mientras soluciona la falla original. Según explicó Ferrero, esto será de especial utilidad en los departamentos alejados “que no tienen otras estaciones grandes cercanas”. Esto hubiese sido la solución, por ejemplo, en el corte masivo que hubo en Valle Fértil que duró alrededor de 36 horas por una falla grave, agregó.

“No se pueden descartar contingencias importantes debido a que San Juan es una provincia sísmica y con eventos climáticos de importancia, que se producen cada vez más por el cambio climático”, explicó. Tener una estación transformadora móvil, de las que hay pocas en todo el país, “mejora la resiliencia del servicio, que es la capacidad para soportar estas situaciones o restituir las funciones luego de ocurrido un problema”, detalló Ferrero.

Además de esta compra, la primera etapa del plan requiere de la compra de transformadores para cambiar algunos que están hoy en funcionamiento. Son en total cinco de 20 kV y otros cuatro de 33kV, que estarán destinados a varias zonas de la provincia que van a necesitar más capacidad. Esta parte ya fue iniciada, ya que llamaron a licitación para adquirir al menos cinco de estos equipos, por lo que apenas lleguen a la provincia estarán listos para ponerlos en funcionamiento. Sumarán la ampliación de la Estación Transformadora Albardón Chimbas y la adición de 145 MVA de transformación en total, en varios sectores.

Todos estos trabajos se harán con fondos que ya está disponibles: 28.011 millones de pesos. Este dinero es un crédito que Nación le otorga a la provincia debido a que se encuentra al día con los pagos a Cammesa, que está a cargo de la gestión nacional de la energía. Las obras, explicó Ferrero, las harán las distribuidoras, en este caso Naturgy SA, pero el EPRE se encargará de controlar “que los precios sean los más competitivos y se hagan de forma eficiente”. Además, dijo que es posible que el grueso del trabajo lo hagan proveedores locales y que haya contratación de personal para realizar los trabajos. Estarán listas entre lo que queda de 2025 y el próximo año.