La Asociación de Frutos Secos de Mendoza y el INTA organizaron un congreso internacional en Mendoza sobre esta producción. Como incluyeron al pistacho entre los temas a tratar, para el último día viajaron más 100 especialistas y empresarios a San Juan. Esto se debe a que con más de 10.000 ha implantadas, a nivel local está la mayor producción del país. Tras conocer una finca y fábricas locales, los invitados coincidieron en que la provincia tiene el potencial de seguir creciendo en esta producción para exportar.
La primera actividad en territorio sanjuanino fue recorrer una de las fincas de la firma Pisté, que al ser pionera en la producción de este fruto, tiene árboles de un año y medio y otros de 20 años, que producen miles de toneladas. Eran 105 personas las invitadas, que luego visitaron la fábrica ubicada en Pocito, entre las que la mayoría eran ingenieros agrónomos, pero también había inversores de Salta, Buenos Aires, Catamarca y La Rioja. Maximiliano Ighani, hijo del fundador de la empresa, dijo que esto fue un diferencial este año, porque la mayoría de los visitantes eran profesionales que buscaban aprender en el encuentro.
Esta era una de las motivaciones de los organizadores: generar discusiones que mejoren la forma de producción no sólo en San Juan y Mendoza, sino en todo el país. Manuel Viera, coordinador de la Asociación Frutos Secos de Mendoza y docente en la Universidad Nacional de Cuyo, contó que durante los tres días el fuerte fue el trabajo entre los técnicos para mejorar la industria. Según dijo, para el futuro será clave “que desde el sector científico se siga mejorando la identificación de regiones en las que se puede producir no sólo pistacho, también almendras, nogales y castañas”, en todo el oeste del país.
Uno de los disertantes invitados era Julián Guerrero, doctor investigador de Castilla de la Mancha, en España, zona productora de pistachos. El científico dijo que San Juan hoy transita el mismo proceso que esta región ibérica hace más de una década, cuando inició el cultivo. “Lo que yo veo es que hay muy buena calidad y también que las condiciones climáticas son las indicadas”, explicó. Además, contó que al igual que está pasando en la provincia, el desarrollo en el sector se dio porque primero hubo unos pocos inversores privados que iniciaron con esta producción y, cuando pasó el tiempo, otros se fueron incorporando.
“En 2009 había 3.000 hectáreas en Castilla y ahora en el 2024 hay 70.000, una vez que las primeras parcelas empiezan a funcionar, que es lo que estamos viendo hoy en las charlas, más agricultores se animan”, recordó. Para esto también ayudan las condiciones agroclimáticas, que en San Juan ve claramente que se encuentran, y un entorno empresarial y económico. En cuanto a la capacidad técnica, dijo que hoy los ingenieros sanjuaninos tienen buen nivel y que están enfocados en dar soluciones concretas, tanto los de empresas como los de institutos como el INTA.
Alberto Aguilera, ingeniero de Sol Frut, hoy principal productor de pistachos, coincidió con el especialista europeo y dijo que en la actualidad en San Juan “se importa conocimiento”, pero que esperan seguir avanzando en dar con las soluciones puntuales que requiere la producción local. Aseguró que los congresos y encuentros son los que permiten “una colaboración que va a hacer que finalmente se desarrollen los conocimientos que hacen falta”.